jueves, 26 de diciembre de 2013

Poesía por los 50 años de las Escuelas de Instructores de Arte

El dúo Obsesión demostró que la poesía se puede vestir de Hip-Hop

Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7585

El habitual encuentro Poesía en Movimiento, que organizan el Festival de Poesía de La Habana y la Asociación de Escritores, fue dedicado el pasado viernes 20 de diciembre al 50 aniversario de las Escuelas de Instructores de Arte.

La sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC y sus jardines se colmaron de aquellos jóvenes que hace medio siglo, al llamado de la Revolución, decidieron encaminar su futuro hacia la educación artística del pueblo. Por doquier se respiraba la alegría del reencuentro, de abrazos hasta ahora pospuestos, de anécdotas de aquellos tiempos.

El momento fue oportuno para distribuir un nuevo folleto de la Serie Milhojas, de la Colección Sur –especialmente dedicado a esta conmemoración— que, bajo el título de La Simiente y con prólogo de Félix Pita Rodríguez –con su texto “La poesía en su sitio”– reprodujo poemas de David García, José Luis Rufins, Félix Contreras, Sigfrido Álvarez Conesa, Anilsie Arévalo y Víctor Romero Laffita.

La lectura de sus versos —escritos en los más disímiles rincones de nuestro archipiélago, donde los instructores de arte realizaban sus misiones a principios de los años 60— es un verdadero testimonio del ímpetu y el compromiso de aquellos jóvenes, enfrascados en llevar la luz del arte y la cultura a espacios que hasta ese momento vivían en la sombra del olvido.

“Veníamos al arte ¿a cuál? A ese que solo se sabe con el corazón, ese que sobre la marcha iríamos descubriendo”, dijo Félix Contreras en las palabras de celebración de estos 50 años.

Y rememoró los primeros momentos en que venían tantos jóvenes de los más remotos puntos del país, a las casa abandonadas por la burguesía en Miramar, a la escuela de todos ellos, para apoderarse del arte de las más intensas formas: “Fue decisivo, de gran utilidad, asistir, llevados como manso y asombrado rebaño, cada noche, al cine (Miramar), al teatro, al ballet, a conciertos, a conferencias donde, las más de las veces, nos dormíamos como piedras, pagando así a la vigilia despertar a las 6 de la mañana”, recordó.

Estableciendo un puente con el presente, los jóvenes artistas del grupo de teatro de pantomima Memo Clan presentaron el poema de Alex Pausides “Palabras del regreso”, dedicado a los 5 héroes, bajo la dirección general de Omar Amador y la asesoría de Amelia Biart, quien hizo la coreografía especialmente para esta ocasión.

La poesía se viste de Hip-Hop

Tan inesperado como poco habitual, jóvenes cultivadores de hip-hop quisieron aportar su arte al 50 aniversario de las Escuelas de Instructores de Arte, con el objetivo de demostrar que la poesía puede asumir las más diversas formas de expresión, sobre todo cuando se nutre de las raíces más profundas de nuestro pueblo.

Magia López y Alexei Rodríguez, integrantes del dúo Obsesión, fueron los primeros encargados de llenar al público de ritmo y reflexión con letras sugerentes, que hablaron de la vida, la belleza, el ser… desde una perspectiva poco habitual.

“Algunas personas consideran que nuestra poesía no es tradicional… y hoy tampoco tenemos un público tradicional”, comentaron los artistas a quienes les avalan más de 17 años de trabajo ininterrumpido en este medio, como parte del proyecto El Club del Espendrún.

“Empezamos a escribir nuestras canciones como un hobby, después nos percatamos de la responsabilidad que asumíamos, cuando subimos al escenario y tantos jóvenes seguían nuestras letras”, indicaron.

Además explicaron el amplio trabajo que se realiza desde el hip-hop en comunidades, prisiones, colectivos de niños y adultos mayores —con el proyecto La Fábrica— en los que se realizan talleres de género, educación popular, formación para la inserción en la sociedad. Intercambios que desde el arte han aportado mucha riqueza espiritual a donde han llegado.

Junto al excelente trabajo de declamación de Carmen González, las educadoras populares Mirna y Dianelis interactuaron con el público, con actividades que desarrollan en su proyecto artístico-cultural Mirarte día a día.

Explicaron que el objetivo de su proyecto ha sido promover y facilitar encuentros de la comunidad con artistas plásticos, músicos e investigadores, llevando eventos teóricos a los colectivos populares en diversas partes del país. En Santiago de Cuba han participado en el Festival del Caribe y en el evento Africanía, desde un activismo social en función del enriquecimiento más amplio de la percepción de la cultura en los barrios.

Como resultado de este intercambio, un mensaje compuesto en la interacción colectiva llegó con fuerza a todos los presentes: La palabra es un arma. Y sin dudas fue confirmado, no sólo por lo expresado por algunos en ese momento —que quisieron transmitir sus emociones— sino por la obra cultural que han desarrollado los instructores de arte a través de estos 50 años y que ha sido la base de lo que podemos ver hoy en todos los rincones del país.

La patria chica

Yo soy un inmigrante. Entré por el túnel de la bahía de La Habana en un viejo Chevrolet Impala de la mano de mis padres cuando aún no había cumplido los 4 años… y cuentan como chiste que mi primera expresión fue: “¡mami, mira una casa flotando en el río!”, sorprendido al ver un barco en el malecón.

Mi padre fue uno de los convencidos a aportar más sus energías aquí, en La Habana, y dejar atrás sus raíces en nuestro natal Camagüey. No siguió el argumento de mi abuelo materno, quien nunca dejó la ciudad de los tinajones –a pesar de ser un famoso arquitecto, laureado por el Colegio de Arquitectos de La Habana y con algunas de las mansiones más bellas del reparto Vista Hermosa en su currículum– porque decía que prefería ser “cabeza de ratón y no cola de león”.
El país había cambiado. Empezaban los años 70 y era la época en que la capital necesitaba el aporte de personas que venían desde el interior, ante los numerosos programas sociales en marcha y la ausencia de muchos de sus habitantes, quienes prefirieron la emigración hacia el exterior antes que verse envueltos en tanto ajetreo. Porque La Habana no siempre estuvo “que no aguanta más”.
Nunca he podido evadir mi condición de inmigrante. Al principio, porque me ponían a leer todos los comunicados en la escuela, con la admiración de las maestras: “¡tiene una pronunciación impecable! claro, es camagüeyano”. Y es que Camagüey se precia de hablar el mejor castellano del archipiélago nacional –aunque Aimé Amargoz se esmere en tratar de demostrar lo contrario todos los días en el noticiero de televisión.
Aunque después mi pronunciación se acostumbró al chapurreo habanero, nunca oculté mi origen –dicen que somos muy orgullosos– y era “el guajiro” del grupo. Y me delataba en los debates de pelota en la Universidad cuando, en medio del furor industrialista, yo permanecía impasible… “¡imagínate, es camagüeyano!”, decían.
Recuerdo que hace unos años, por razones de trabajo, estaba en la cabina de transmisión de Radio Rebelde durante uno de los partidos del mundial de pelota que se estaba realizando en Holanda. En medio del juego, Eddy Martin y Héctor Rodríguez me dieron el micrófono para comentar en vivo a la audiencia en Cuba algunos detalles sobre la organización de los juegos… hasta que me preguntaron “¿y de dónde tu eres, cuál es tu equipo?” “¡De Camagüey!” respondí con orgullo. Hubo un silencio cómplice… y se acabó la entrevista.
Hace unos días volví a sentir esa impresión que nos inunda por momentos a casi todas aquellas personas que hemos emigrado, rozando la nostalgia, pues por primera vez decidí acompañar a mi padre a una de sus reuniones de guajiros camagüeyanos. La Presidenta del gobierno provincial y el Secretario del Partido en Camagüey querían tener un encuentro con “los camagüeyanos ausentes”, ahora en La Habana. Qué gentiles.
Ya había tenido noticias –por amistades allá– de las transformaciones que estaban haciendo en el territorio, de sus programas de radio a micrófono abierto donde se habla de lo humano y lo divino y que ambos han formado un binomio telúrico.
Por muchos años, hasta que supe de ellos, no había oído a nadie en Camagüey hablar con admiración de sus dirigentes y no podía perderme la oportunidad de verles de cerca. Y parece que mi curiosidad era compartida, porque el teatro del MINSAP estaba repleto de gente.
Me dieron buena impresión los dos dirigentes. No eran perfectos, pero tampoco debían serlo. En las pocas horas que estuvimos allí me parecieron gente aterrizada, operativa, con disposición de escuchar, con conocimiento de muchos de los problemas y ganas de hacer algo por resolverlos… y eso está bien, por ahí empiezan las cosas.
De todas formas, ella necesita un cursito sobre temas de género, por reiterar algo ya obsoleto y patriarcal como “las damas primero” y por la necesidad de que nuestros dirigentes acaben de usar un lenguaje de género, para forzarnos a terminar con la invisibilidad de la mujer, una trampa a la que nos tiene habituados esta lengua machista.
Él no habló mucho, clausuró la reunión con un discurso retórico –demasiado previsible para un dirigente político tradicional– que hizo pensar que estando en la capital no se sentía cómodo, en su espacio. Porque mucho he escuchado de sus batallas nada formales en la acción de su cargo.
Más de 400 personas escuchamos al historiador de la ciudad presentar los proyectos de remozamiento del centro histórico de Camagüey, que se han desarrollado con el nombre de Ciudad 500, para celebrar en febrero próximo el medio siglo de fundación de la ciudad.
Aunque no guardo muchos recuerdos de la tierra que me vio nacer –mis recuerdos son, sobre todo, de viajes posteriores–, no puedo negar la emoción que sentí al ver las transformaciones en la calle República, los proyectos en Maceo, el nuevo bulevar, el callejón temático de cine junto al Casablanca, las restauraciones de ciudadelas, el remozamiento de hospitales y policlínicos, los cambios en el Casino Campestre… todos callamos impresionados.
Muchas personas hablaron, gente importante y gente de pueblo. Fue el momento en que se desataron las nostalgias, los recuerdos, los deseos.
Algunas hablaron del pasado, otras elogiaron el presente, las personas más ilusas reclamaron un equipo de pelota poderoso –como si los dirigentes tuvieran una varita mágica– y las más exigentes reclamaron apoyo para un vagón de tren que les llevara a las celebraciones del 500 aniversario. Mireya Luis, acompañada de un grupo de famosos atletas, expresó su disposición a apoyar con su experiencia los programas deportivos populares que se están implementando y donó tres pelotas originales de vóley con el mismo destino.
Pero hubo una señora que destrozó mi coraza capitalina y dejó al descubierto mis vestigios de inmigrante. Una mujer humilde, ya retirada, habló con el corazón. Comentó su experiencia de traída de niña y de los azares de la vida –tan caprichosa– que la han forzado a esta emigración involuntaria, para nunca más haber retornado en 50 años. Sin embargo, dijo, quería que sus huesos reposaran allá de vuelta.
Sin dudas, la emigración puede ser muy dura para mucha gente y dejar emociones insospechadas. Me pareció tener un deja vú ante sentimientos tan fuertes y pensé otra vez: soy un inmigrante.

El teatro del MINSAP repleto de camagüeyanos "ausentes"

Los dirigentes del Camagüey en La Habana

Mireya Luis aportando a los programas deportivos de Camagüey
 

martes, 24 de diciembre de 2013

Gloria García: Una vida dedicada a la historia

Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7583

El jueves 19 de diciembre la Tertulia de Historia realizó un merecido homenaje a la historiadora Gloria García, quien falleciera el 24 de noviembre pasado, coincidiendo con en el momento en que se anunciaba que había obtenido el Premio Nacional de Historia 2013 por su destacada labor científica en este campo.
Oscar Zanetti, anfitrión del espacio, indicó que no se trataba de un panel, sino de una reunión entre amigos para recordar a alguien que ya no está entre nosotros y “dejó a todas las personas que la conocieron una impresión perdurable.”

María del Carmen Barcia la definió como una “persona de ética, que vale la pena recordar”. Destacó su trabajo en estudios coloniales y en historiografía económica, en los cuales produjo aportes muy valiosos. Se refirió a su incorporación desde bien temprano, en los años 60, al inmenso trabajo que se realizó para la recuperación de la historia en el país y señaló que “detrás del trabajo de Julio LeRiverand está la mano de Gloria”.

“Todo lo que escribió fue bueno y bien pensado”, resaltó, para recordar que estudió mucho y tal vez no publicó tanto, si se toma en cuenta su capacidad y el inmenso esfuerzo que realizó en el Archivo Nacional y en el Instituto de Historia, entre otras instituciones y organizaciones del ramo. Indicó que su trabajo se encuentra disperso, por lo que sería importante realizar una labor de recopilación de toda su obra, como el mejor homenaje que se le puede realizar a su memoria.

Pedro Pablo Rodríguez destacó su trayectoria también como parte del ejecutivo de la Sección de Historia de la Asociación de Escritores de la UNEAC, además de una dimensión particular de su personalidad: la dedicación a la juventud, a quienes les ofrecía toda su experiencia, y su entrega al conocimiento de las demás personas, como un caso sui géneris en el gremio.

Resaltó que “se supo mover entre los temas de la esclavitud con un sentido muy personal”, con un gran apego a la documentación, para lograr un aporte trascendental a estos estudios: mostrar la riqueza y la diversidad que tuvo la esclavitud para la sociedad cubana de entonces. “Transmitió una imagen de la esclavitud desde el esclavo, no sólo desde el amo”, sentenció.

“No se movió en el terreno habitual estrecho de estos temas”, indicó, pues generalmente se observa sólo al pobre esclavo sufrido y al amo que lo maltrata. Sin embargo, enfatizó que Gloria estudió la complicada relación entre los elementos que conformaron la sociedad esclavista y las diferentes formas en que se estructuró, lo que permitió observar la riqueza en las relaciones sociales y la formación de bases importantes –en la creación de ideas, valores, conceptos y cultura– para lo que sucedió posteriormente con ese sector poblacional y su incorporación a las luchas de independencia.

Por su parte Angélica Rojas destacó en Gloria el conocimiento que tenía de cultura general, no sólo de historia de Cuba, sino también de historia universal, de filosofía, de sociología, de artes –principalmente la música–; además de su amplia capacidad para desarrollar las relaciones humanas, que le ha merecido el cariño expresado en estos días tras su fallecimiento.

“No es casual que haya tantos jóvenes hoy en el auditorio, porque ella participaba con todos, les daba todo lo que tenía, lo que tal vez le robó mucho tiempo para terminar su trabajo”, expresó, al indicar que le quedaron al menos cinco libros por publicar que ya estaban casi terminados. Pero “es a la historia a lo que dedicó su vida”, sentenció, “eso lo aprendió de LeRiverand”.

Muchas personas desde el público quisieron compartir sus sentimientos hacia esta historiadora que, sin dudas, ha dejado una huella importante en la historiografía cubana.

Ivet García la calificó como “un ser humano extraordinariamente coherente, en su dimensión humana, sus principios y sus valores éticos”, resaltando su extraordinario papel en la formación de historiadores, como investigadora consagrada que ayudó mucho a los estudios económicos con una visión holística. “Era una maestra en interrogar la fuente, sacarle el zumo para encontrar lo que se busca”, destacó, para reafirmar que “fue una pérdida a destiempo para la historiografía cubana”.

La profesora Bertha Álvarez la definió como “una de las más excelentes historiadoras de Cuba”, destacando su lealtad al país, a su trabajo, a las amistades, a los sectores dolientes de la sociedad, a los antecedentes históricos. “La visión de Gloria de la historia es muy importante, pues no se puede ver por partes, tiene que verse como una historia única”.

El director del Instituto de Historia, René González Barrios, tomó la palabra para indicar que se ha sido muy celoso en la preservación del patrimonio que dejó Gloria, “sin que se pierda ni un papelito”. Expresó que se resguardará su biblioteca, sus libros, su obra científica y se trabajará en la difusión de su obra no publicada, incluyendo la labor que realizó sobre la historia económica de Cuba y sus investigaciones sobre la “revolución de la Escalera”.

Otros amigos y admiradores de su obra destacaron su humildad, su calidad humana, la gran compañera y amiga que fue de todos los que estuvieron en su entorno laboral, la dedicación al trabajo, su firmeza y su rigor, siempre desde una perspectiva de tender puentes de comprensión entre las personas.

Se invitó también a participar en la entrega post mortem del Premio Nacional de Historia, durante la Feria del Libro de La Habana 2014, que está prevista para el 22 de febrero a las 4 de la tarde en la Sala Nicolás Guillén, momento en que se rendirá un nuevo homenaje a su vida y a su obra.

Gloria Julia García Rodríguez (La Habana, 1941) fue Doctora en Ciencias Históricas, Investigadora Titular del Instituto de Historia de Cuba y Profesora Titular de la Universidad de La Habana. Además, fue académica de número de la Academia de Ciencias de Cuba; de la Sociedad Económica Amigos del País, de la cual recibió el premio “Félix Varela”; de la Unión de Historiadores de Cuba y de la Comisión Nacional de Grados Científicos.

Formó parte de Consejos Científicos en varias instituciones, entre las que se encuentran el Archivo Nacional de la República de Cuba y el Instituto de Historia de Cuba. Entre sus numerosas publicaciones se destacan los libros: La esclavitud desde la esclavitud. La visión de los siervos (editado además en México y Estados Unidos), Conspiraciones y revueltas y Fuentes estadísticas para la historia económica y social de Cuba (en 2 tomos).

viernes, 20 de diciembre de 2013

Vísperas de un paso trascendental

El parlamento cubano deberá aprobar en las próximas horas la propuesta de un nuevo Código de Trabajo, que ha sido ampliamente discutido por la población durante los últimos 6 meses después de su publicación en lectura inicial.

De acuerdo a Paquito –que está en las sesiones de la Asamblea y como periodista tiene acceso a los documentos que se discuten– la versión que tienen ahora los diputados en sus manos contiene en el artículo 2 una referencia explícita a la orientación sexual como motivo de discriminación en el puesto de trabajo, definido en un nuevo enunciado sobre “Igualdad en el trabajo”.
De ser así, estamos en las vísperas de un paso trascendental en la legislación cubana, pues sería la primera vez en la historia de Cuba que se aprueba una ley que proteja explícitamente los derechos de aquellas personas que han decidido vivir abiertamente en contraposición a las normas heterosexuales, en este caso en su entorno laboral.
Y no estamos hablando de poca gente. El reciente censo de población perdió la oportunidad –por la acción a última hora de algún funcionario homofóbico– de conocer a ciencias ciertas el número de personas que se beneficiarán con esta medida. Sin embargo, algunos estudios en el mundo estiman a este grupo poblacional en alrededor del 10% de la población general, por lo que estaríamos hablando de más de un millón de personas en Cuba.
Aunque fue lamentable que la propuesta inicial no incluyera este aspecto –en franco desconocimiento a los objetivos de trabajo que había aprobado el Partido en su Conferencia de 2012– se ha hecho justicia y llama la atención que haya sido incorporado a solicitud de la gente en los debates populares.
No han sido pocas las personas que me han comentado que durante las discusiones de esta propuesta en sus secciones sindicales se ha planteado el tema, tanto en La Habana como en otras provincias, con una acogida favorable… y no se ha caído nada, no ha temblado la tierra, ni ha habido nadie que amenace con renunciar al Sindicato porque se apruebe tal cosa.
Desde esta perspectiva también constituye un paso valioso, pues fue la participación de la ciudadanía la que ha traído el tema a la legislación. Esto ha sucedido a pesar de que no ha habido ninguna acción pública en su defensa pues, como era de esperar, los medios de la prensa nacional no han dicho una palabra al respecto en las numerosas coberturas que ha dado a este proceso.
Que haya sucedido así hace pensar en dos elementos: puede ser una demostración de que la percepción de la población cubana con relación a la orientación sexual de las personas está cambiando, al menos ligeramente, y que la gente le ha perdido el miedo a hablar de ello y a defender abiertamente estos derechos. Entonces también se trata de un paso importante contra el poder patriarcal en Cuba.
Será igualmente una acción de justicia histórica ¿Cuántas personas hemos conocido que no han podido acceder a un puesto de trabajo, o han tenido que renunciar a su profesión, como consecuencia de acciones homofóbicas? ¿Cuántas personas hemos conocido que han sufrido en silencio toda su vida, o han tomado acciones más drásticas –léase emigración o incluso el suicidio– por el acoso de las que han sido víctimas?
Queda claro que este paso trae nuevos retos. Entre ellos, los necesarios cambios en los numerosos reglamentos que existen para que el nuevo Código de Trabajo no se convierta en letra muerta. Está pendiente todavía la asignatura de la “identidad de género”, porque –aunque el imaginario popular piense lo contrario– las personas trans no necesariamente son homosexuales… y se han quedado fuera de esta legislación. Se mantiene aún la necesidad de una educación amplia y efectiva a la población sobre el respeto a los derechos sexuales.
En mayo de 2013 el mapa de ILGA –la organización más reconocida internacionalmente en temas de defensa de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisex y trans– reconoce que ya 66 países en el mundo han aprobado leyes de protección explícita a este grupo poblacional.
Cuba podrá ser el número 67 y así dar nuevos pasos trascendentales. Porque si es importante elaborar políticas de protección a los derechos de todas las personas –incluyendo su orientación sexual, como hizo el Partido en 2012–, más importante aún es convertirlas en ley.

On the eve of a significant step

The Cuban parliament shall approve in the next hours the proposal of a new Working Code, which has been widely discussed by general public in their work places in the last 6 months, after made public in its first reading.

According to Paquito’s blog –who is now at the Assembly’s sessions and has access to the documents– the version circulating among the parliamentarians contains an explicit reference on sexual orientation in its article 2, as a cause of discrimination in the worker’s place, under a new section entitled “Equality at work”.
If this is the case, we are on the eve of a significant step at Cuban legislation, as it will be the first time in the history of Cuba when there is a bill explicitly protecting the rights –specifically at their working environment– of the people who have decided to live openly in contrast with heterosexual norms.
We are not talking here about a few people. The recent census lost the opportunity –due to the last minute action of a homophobic official– to know the number of persons who could be benefited by this measure. However, some studies abroad has estimated this group of people in about 10% of general population, so we are talking about more than one million Cubans.
Although it was regrettable that the initial proposal didn’t include this aspect –ignoring the politicy aims agreed by the Party at its 2012 Conference– justice has been made, highlighting that it was included because of the demands of the population during general debate.
Not a few people has told me that this issue was put forward during the debates at their union meetings, in Havana and other provinces, with a favorable reception… and nothing has fall down, there hasn’t been a seismic activity and no one has threatened to quit the union as a result of it.
From this perspective it also constitutes a valuable step, because it was the citizenship participation which has brought this issue to the legislation. It happened without any public action, because –as expected– national media haven’t said a word about it during the several press coverage they have made to this process in the last months.
Something like this make us think in two things: it may be a demonstration that the perception of the Cuban people about sexual orientation is changing, slightly for good, and that people has lost their fear to talk about it and to defend openly this rights. Then we are also talking about an important step against patriarchal power in Cuba.
It will also be an action of historic fairness ¿How many people we know that haven’t had access to a job, or have left their profession, due to homophobic actions? ¿How many we know who has suffered in silence all their lives, or have taken more radical decisions –emigration or even suicide– as a result of homophobia?  
It is clear that this step brings more challenges. Among them, the necessary changes in regulations not to leave the new Working Code to fall on deaf ears. It is still pending the subject of “gender identity”, because –although people don’t understand it– trans people may not be homosexuals… and they are still out of this piece of legislation. Besides, there’s still an urgent need of a wide and effective education among the population about respect to sexual rights.
In May 2013 the ILGA map recognized that 66 countries have adopted explicit protection rules over these peoples. Cuba might be the number 67 and keep taking new significant steps… because it is important to work out on policies protecting rights of all peoples –including sexual orientation, as it was made at the 2012 Party Conference–, but it is more important to make them real by law.

martes, 17 de diciembre de 2013

Poesía a dos tiempos: Cuba y Brasil

Los poetas Alex Pausides y Carlos Augusto Alfonso (Foto: Tony Ryan)
Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7563  y en http://www.cubapoesia.cult.cu/2013/12/poesia-a-dos-tiempos-cuba-y-brasil/

El fin de año merece buenas despedidas y la peña Tardes de Poesía de la UNEAC quiso terminar el 2013 “por todo lo alto” el pasado viernes 13 de diciembre, en la Sala Rubén Martínez Villena. Así lo refirió el anfitrión del espacio, el poeta Alex Pausides, Presidente del Festival de Poesía de La Habana y Vicepresidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC.

Para ello invitó a Carlos Augusto Alfonso (La Habana, 1963), a quien calificó de poeta “esencial” en su generación, la que se caracterizó por romper con estilos más románticos y acríticos de los años 70, para proponer una mirada más inquisidora sobre la vida cotidiana, en franca ruptura del estilo y de los ángulos de lectura para temas tradicionales.

Resaltó su expresión ética de la realidad con cierta irreverencia y un posicionamiento desprejuiciado de su entorno. Sobre todo, su valentía en términos temáticos y el estilo de su poesía, en la que resalta un lenguaje particular, distanciado en gran medida de la generalidad de lo que escribían los poetas de su generación.

“… Y fíjense que digo “no bañarme” –cruzar y no bañarme–,
NO a la zambullida, ahora que es el cruce –ahora o nunca–
vertiente batuqueo, salina de los polos,
gesta fría, sangrienta, movediza que aúne
a dientes mondadientes de tiendas militares,
espadas azadones, lanzas de hoces.”
(Del poema Jordan)


De forma escueta y directa, el autor agradeció las palabras introductorias y la presencia de amigos y lectores, para dar paso a un recital de algunos de sus poemas donde demostró un verso alejado de su estilo al hablar: cada poema era un amplio cuerpo de palabras engarzadas de forma tal que, ante una aparente sencillez del lenguaje, daban como resultado un complejo entramado de razones, denuncias, esperanzas, procesos desde los más simples hasta los más elaborados.

De esta forma desfilaron, bajo títulos inesperados, escenas de La Jata —en Guanabacoa—, personajes tenebrosos de la historia planificando crímenes desde las divertidas calles de París, tribus aborígenes con sus aprendizajes ancestrales que se enfrentan a los avatares de la modernidad –vinculados al ahora y al aquí–, individuos y pasajes atravesando las más complejas realidades –aclaró que se ha dedicado a coleccionar “tuertos” de la historia, famosos y no tanto, militares, hombres de ciencia, artistas, a quienes relaciona con los “agujeros negros”, entendidos como los cuerpos celestes y del planeta: crisis humanitarias, desigualdades como las que ocurren en Bangladesh o República Centroaficana, lugares insalubres de nuestra realidad nacional…

Carlos Augusto Alfonso ha publicado desde 1986 varios de sus libros de poesía y fue uno de los compiladores de la Antología de jóvenes poetas: Retrato de Grupo (Editorial Letras Cubanas, 1989). Ha ganado varios premios en su trayectoria literaria, destacándose los siguientes: Premio David de la UNEAC 1986, Premio UNEAC “Julián del Casal” de Poesía 1997, Premio Internacional de Poesía "Raúl Hernández Novás" 2001 y Premio de la Crítica 1997 y 2004, entre otros.



Homenaje al “patriarca” de la Bossa Nova


La Tarde de Poesía también fue el espacio para recordar el centenario de Vinicius de Moraes, que comenzó al ritmo de Garota de Ipanema (La Chica de Ipanema) —inigualable poema suyo que se identifica como la clave de la canción de la bossa nova, ese estilo musical brasileño creado en la década de los años 50 del pasado siglo a partir de la samba y con una gran complejidad armónica.

“La obra de Vinicius de Moraes es una de las poesías más hermosas e interesantes del planeta”, dijo el poeta Félix Contreras, resaltando que se trata de un país con una cultura muy rica, con tanta tradición literaria que cualquier minúsculo pueblito tiene destacados poetas. Incluso así, “en todo Brasil se canta su poesía, y mucho… tanto que los brasileños se sorprenden cuando se le considera como poeta”.

Al tema se refirió el también poeta Mario Martínez Sobrino, quien calificó a ese grande de la cultura brasileña como “un ser privilegiado, con grandes dotes para la poesía, la música y el cine”. Señaló que en Vinicius confluyeron un grupo de factores que lo hicieron multifacético, un hombre que se movió en todos los ambientes artísticos de su país con gran facilidad, al punto de convertirse en “el patriarca de la bossa nova”.

“Y así, cuando más tarde me procure
Quizás la muerte, angustia de quien vive
Quizás la soledad, fin de quien ama
Pueda decir de amor que ya desvive:
Que no sea inmortal, puesto que es llama
Mas que sea infinito mientras dure”.
(de Soneto de fidelidad, traducción de Mario Martínez Sobrino)


Destacó que fue un hombre sin problemas económicos, lo que le permitió conocer el mundo y graduarse de Lengua y Literatura Inglesa en Oxford, Reino Unido; sin embargo, en ninguno de sus poemas se hace alusión a esta faceta de su vida. Además, recalcó el perfil de su vida política y diplomática, a la que dedicó 26 años de su vida en diferentes lugares, hasta que la dictadura impuesta en 1968 le obligara al retiro forzoso.

No obstante, a la par de sus responsabilidades, indicó que era un hombre “con propensión a la vida disoluta” y supo aprovechar bien su estancia diplomática en el exterior, resaltando su nombramiento como Cónsul brasileño en Los Ángeles, que le valió para compartir intensamente con artistas y figuras de la farándula en los Estados Unidos.

Su temprana y absurda muerte, a los 67 años de edad, privó al Brasil de disfrutar aún más de la obra de uno de los más grandes exponentes de su cultura, de ahí las celebraciones que se han realizado en todo el mundo a causa de su centenario el pasado 19 de octubre.

Al compás de Yo sé que te voy a amar terminó el recordatorio a este poeta que ha sido más reconocido en el mundo por la música, en clara demostración de que no existen fronteras humanas o artísticas para la trascendencia de la cultura, cuando se desarrolla con talento y creatividad.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Premios UNEAC 2013 de Literatura: rigor y entrega



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7557

Como cada fin de año, la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) acogió en la tarde-noche del jueves 12 de diciembre uno de los eventos más esperados por los escritores cubanos: la entrega de los Premios UNEAC de Literatura correspondientes al año 2013.
Organizado por la Asociación de Escritores, en el pasado septiembre fueron convocados los premios Enrique José Varona de Ensayo Artístico Literario, Enrique Piñeyro de Biografía, Luis Felipe Rodríguez de Cuento y Cirilo Villaverde de Novela.

La celebración contó con la presencia del Presidente de la UNEAC, Miguel Barnet, y un numeroso público de destacados escritores y artistas cubanos, entre ellos Roberto Fernández Retamar, Premio Nacional de Literatura y Presidente de Casa de las Américas.

Fueron recibidas en total 37 obras para los diferentes premios: seis concursando en ensayo, tres en biografía, 19 en cuento y nueve en novela. Tras una rigurosa labor, en varias ocasiones caracterizada por mucha reflexión, se conocieron en la ceremonia las siguientes decisiones de los jurados.

Premio de Ensayo Artístico Literario “Enrique José Varona”

El jurado conformado por Cira Romero, María Dolores Ortiz y Emilio Jorge Rodríguez decidió otorgar el premio al libro titulado Dame el siete, Tebano. La prosa de Antón Arrufat de Margarita Mateo Palmer. Para esta decisión, se tomó en consideración “la originalidad del texto y la prosa innovadora que rompe los estilos y tradiciones del género”, destacando que “el libro analiza aspectos de la obra en prosa de un autor cubano en pleno ejercicio de sus facultades creadoras.”

En declaraciones a este sitio web Maggie Mateo expresó sentir mucha alegría al recibir por segunda vez este premio, que considera “uno de los más antiguos y de mayor prestigio en nuestro país”. “Aunque últimamente haya premios mejor cotizados, el premio UNEAC sigue manteniendo una tradición que hace muy feliz a quien lo recibe”, resaltó.

Sobre el texto premiado destacó que ha venido trabajando mucho la obra de Antón Arrufat y la mayor trascendencia en esta ocasión es que se trata de “un libro sobre su prosa, la cual ha sido mucho menos estudiada que su teatro, que su poesía.”

Margarita Mateo Palmer es Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas y Doctora en Ciencias Filológicas. Desde 1974 ejerce la docencia en universidades cubanas y de otros países e integra importantísimas instituciones académicas y culturales, entre ellas la Academia Cubana de la Lengua y el Consejo Nacional de la UNEAC. Ha obtenido varios premios literarios nacionales e internacionales, entre los que se destacan: Premio Razón de Ser 1994, Premio de la Crítica 1996, 2003, 2005 y 2008, Premio Alejo Carpentier 2002 y 2008, Premio UNEAC de Ensayo 2006, Premio Anual de Investigación Cultural Juan Marinello 2002, la Distinción por la Cultura Cubana 1995 y la Distinción por la Educación Cubana 1995.

Premio de Cuento “Luis Felipe Rodríguez”

El jurado integrado por Alberto Marrero, Jorge Ángel Pérez y Ricardo Viñalet decidió otorgar el premio a la obra Sucedió en Copperbelt de Laidi Fernández de Juan.

Para ello tomaron en cuenta la exquisitez del lenguaje, la fuerza de las historias descritas y lo novedoso del tratamiento: “Quien escribió esas páginas –expresó el jurado– miró las misiones en África desde su reverso, no con la mirada laudatoria y simplona con que lo hace la prensa escrita, televisada o de cualquier medio. Quien escribió estas historias fue a lo más profundo e hizo visible lo más oscuro.”

Con gran emoción, Laidi quiso dedicarle la alegría de este premio “a una persona muy especial que fue jurado hace 15 años, cuando lo gané por primera vez, que fue Jaime Saruzky.” Interrogada sobre la visión de la autora a las misiones de África –a partir de las observaciones expresadas por el jurado– indicó: “es una visión realista; es bonita y es dura a la vez.”

Laidi Fernández de Juan es médico y narradora. Desde la publicación de su primer libro Dolly y otros cuentos africanos –que ganó el Premio Pinos Nuevos en 1994– ha desarrollado una prolífera obra narrativa, la cual ha sido traducida a varios idiomas e incluida en numerosas antologías. Además ha obtenido los siguientes premios literarios: Gran Premio Cecilia Valdés 1996, Mención de honor en el Concurso Internacional de Cuentos Fernando González de Colombia 1996, Premio de Cuentos La Jiribilla 1997, Premio Luis Felipe Rodríguez de la UNEAC 1998, Premio Alejo Carpentier 2005 y Mención Concurso Iberoamericano Julio Cortázar 2004. Ostenta también la Distinción por la Cultura Nacional.

El jurado de Cuento igualmente decidió entregar dos menciones: al cuaderno Todos tus fantasmas, de Michel Encinosa Fú (La Habana, 1974) y a El empuje de las olas, de Yonnier Torres Rodríguez (Placetas, 1981), ambos jóvenes miembros de la AHS y de la UNEAC y egresados del Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”. En ambos casos el jurado indicó que se trataban de textos “virtuosos, escritos con depuradísimo lenguaje y fluida prosa, con las que desarrollaban temas de gran singularidad.”

Premio de Novela “Cirilo Villaverde”

El jurado conformado por Mirta Yáñez, Armando Cristóbal Pérez y Fernando Rodríguez Sosa otorgó el premio a la obra Minsk de Ulises Rodríguez Febles “por abordar, a través de personajes hábilmente estructurados y de un lenguaje bien elaborado, problemáticas de indudable actualidad.”

En declaraciones a este sitio web, Ulises expresó su sorpresa al ser su primera novela, por lo que “ha sido un regalo que no esperaba”. “Trabajé mucho en esta novela, por lo que ha sido mucho más emotivo”, indicó.
Sobre la obra comentó que fue el resultado de su estudio sobre el momento de la ruptura del campo socialista y cuenta las historias “de un ruso que estaba aquí y un cubano que estaba allá”. Espera que muchos lean la novela cuando sea publicada el próximo año, a quienes les sugirió: “imaginen un cubano atrapado en un mitin en la plaza Pushkin de Moscú, que de pronto sale en el periódico Pravda y se ve envuelto en aquellas circunstancias...”

Ulises Rodríguez Febles nació en la ciudad de Cárdenas, es dramaturgo, guionista e investigador, licenciado en Español y Literatura. Realizó un Diplomado en Teatro para Niños y Títeres en el ISA, dirige el Centro de Documentación e Investigaciones Israel Moliner Rendón, de las Artes Escénicas en Matanzas e integra el Consejo Asesor del Teatro Sauto, de la Galería-Estudio El Retablo y del Consejo Editorial de la revista Matanzas. Ha obtenido varios premios nacionales e internacionales en teatro para niños y de títeres y teatro para adultos. Entre sus reconocimientos más importantes se encuentran el Premio Virgilio Piñera y el Royal Court Theatre, ambos en 2004.

El jurado del Premio de Biografía “Enrique Piñeyro” integrado por Ana Cairo, Oscar Oramas y Pedro Pablo Rodríguez decidió por unanimidad dejar el premio desierto en esta ocasión “al no encontrar alguno [de los trabajos presentados] con valores suficientes para ello”.

Expresaron que: “después de analizar cuidadosamente los trabajos presentados, que reflejan los diversos contextos sociopolíticos en que se desenvuelven, no logran alcanzar la cima en el abordaje de los respectivos temas expuestos, no obstante el esfuerzo de sus autores”.

Al clausurar la ceremonia Nancy Morejón, Presidenta de la Asociación de Escritores, expresó su alegría por la participación de tantos creadores en el premio y felicitó a los premiados por revelar “un gran talento por parte de generaciones más jóvenes, que han dado continuidad al ejercicio de la literatura con gran rigor y entrega”.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Dos generaciones, dos expresiones poéticas

Publicado en: http://www.cubapoesia.cult.cu


El espacio que mensualmente ofrece la Casa del ALBA Cultural bajo el título Arte y poesía en movimiento, organizado por la Sociedad Cubana de Amigos del Libro y el Festival Internacional de Poesía de La Habana, el pasado 27 de noviembre hizo gala de la diversidad cultural en nuestro país al proponernos un encuentro con el pintor, narrador y poeta José Luis Fariñas (La Habana, 1972) y con Nancy Morejón (La Habana, 1944), quien ha trascendido las fronteras nacionales para convertirse en un referente imprescindible de la literatura contemporánea latinoamericana.
A través de las inquisidoras preguntas del anfitrión, escritor y promotor cultural Fernando Nápoles, los representantes de dos generaciones de artistas cubanos se nos muestran en sus diferentes formas de expresar el arte. Sin embargo, ambos coinciden en el hechizo de la creación artística: para Fariñas “crear arte es un acto mágico” y para Nancy “la inspiración es un misterio”.
FARIÑAS: “LO MÁS IMPORTANTE ES LA HONESTIDAD”.
No permitas que el alma se bifurque.
Es imposible ser de golpe pájaro y serpiente.
Elige, y sé merecedor de tu noche.

“Última posición”

José Luis Fariñas pinta desde los 3 años y, aunque dice tener mala memoria y que no le gusta hablar de su pintura o de su poesía, no puede evitar el recuerdo de su primera exposición personal a plumilla, cerca del estadio Latinoamericano en los años 80, cuando daba sus primeros pasos desde la Escuela de Artes Plásticas “Paulita Concepción”.
Reconocible por el trazado fino y detallado de sus dibujos, entre figuras que parecen míticas, muy pronto dejó la plumilla para consagrarse a la acuarela, pues cree que el pincel es más fluido. Declara que las motivaciones en sus trabajos son infinitas, aunque la idea de las transformaciones ha sido muy importante en su obra, al punto de que sus primeros trabajos se centraron en el tema de la metamorfosis.
"No debe haber persecución de un arte exquisito, el artista siempre va a dar una imagen personal de su mundo", explica, al tiempo que considera la pintura como una alquimia, en la que "tratas de acercarte a una imagen interior que puede transformarte”.
Confiesa que no ha hecho una carrera para amontonar exposiciones ni ser famoso: “lo más importante es la honestidad, no la perpetuidad”, y reafirma que si de repercusiones se trata, lo que le interesa más es “la trascendencia espiritual” que transmita su obra. “Yo creo en el instante, no en la eternidad”, reafirma.
NANCY: “ESTOY CONTRA TODA FORMA DE ESCLAVITUD”.
Ahora soy: solo hoy tenemos y creamos
Nada nos es ajeno
Nuestra la tierra
Nuestros el mar y el cielo
Nuestras la magia y la quimera
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“Versos”

Nancy Morejón define como palabras claves en su obra, con más o menos conciencia, las que destaca su entrevistador: humanismo, patria, racialidad, comunidad. “Mi escritura conforma la cosmovisión de lo que tengo, sin desmarcarme de mis orígenes”, sentencia.
Para esta notable poeta, quien cree que es más importante leer y escribir que publicar, la racialidad es un recurrente al hablar de su obra. En ese contexto, la influencia del poeta nacional Nicolás Guillén es fundamental: “Sin los poemas negros de Guillén no existirían los poemas negros de Nancy Morejón, los que están atravesados por el tema género”, indica y reafirma: “Me siento discípula de Nicolás… y de Juan Gualberto Gómez, quien fue la mano derecha de Martí para la guerra necesaria y a quien debemos conocer con más detenimiento”.
Está convencida de que es imposible concebir patria y nación sin tener en cuenta aquellas personas que fueron descendientes de esclavos y se declara fascinada por la diversidad cultural en nuestro país. Resalta que “el color de lo cubano puede ser muy engañoso: cuando hablamos de mestizaje no hablamos sólo del color de la piel, sino de cosas más complejas que se mezclan y conforman la identidad de una nación diversa”.
Pone como ejemplo a Pablo Armando Fernández, presente esa tarde en el público, quien con sus ojos muy azules ve y transmite su mundo de una forma muy cubana, como ella en otro extremo de la policromía nacional. “Un cubano puede tener de cualquier cosa, pero cuando suena un tambor…” y ríe, para después moverse “como sólo saben hacerlo los cubanos”.
Confiesa que ha buscado la belleza en todas partes y que escribir es tanto una necesidad espiritual como un compromiso social. De niña descubrió la fábula con La Ilíada y La Odisea y desde entonces se le abrió un camino al arte y la escritura que no termina.
Profundiza ante la pregunta de determinar cuánto de pasión y cuánto de razón hay en su obra: “para quien escribe es muy riesgoso definirlo, porque cada texto tiene su lector, y cada lector tiene su lectura”. En ese sentido –fiel a su tradición rebelde– se declara en contra de toda forma de esclavitud, incluyendo aquella de forzar a los lectores a determinada interpretación de lo que se escribe: “el lector siempre complementa lo que se escribe”, asegura.
Al final de la tarde, justo antes de la lectura de sus poemas, Nancy enlaza sus reflexiones con la primera parte del encuentro al explicar que la escritura tiene una zona irracional, más allá de la formación académica. Y asevera creer en la inspiración, porque contribuye al enriquecimiento de la escritura: “los poetas tenemos que escribir desde la inspiración”.
Pero no todo se reduce a eso, “escribir es un trabajo y hay que volver sobre los textos”, indica para terminar recomendando a los escritores a que lean mucho, porque manejar la información es lo que permite manejar las asociaciones. “Para los poetas es inadmisible que cuando contemplas la caída de la tarde, la luna que emerge, no se esté trabajando. Lo que para cualquiera es algo hermoso, para los poetas es además sustancia, material para lo que después puede crear de forma artística”, sentencia.