jueves, 31 de julio de 2014

Entregados los Premios David 2014



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=809 y en http://librinsula.bnjm.cu/secciones/331/noticias/331_noticias_5.html

Habitualmente corta y emotiva, con la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC repleta de jóvenes escritores – y también consagrados, con el interés de brindar apoyo a sus más recientes discípulos –, en la tarde de este miércoles 30 de julio se entregaron los Premios David del presente año.

Los géneros convocados fueron poesía, cuento y ensayo artístico literario, los cuales tuvieron a importantes escritores como jurados: en poesía César López (Presidente), Carlos Augusto Alfonso y Soleida Ríos; en cuento Laidi Fernández de Juan (Presidenta), Raúl Aguiar y Emerio Medina; y en ensayo Salvador Arias (Presidente), Mayerín Bello e Hiram Hernández.

César López se encargó de recordar que, precisamente un día como este pero de 1957 – cuando apenas tenía 22 años – fue ultimado a balazos por la dictadura de Batista el joven revolucionario Frank País, el “David” de la clandestinidad en Santiago de Cuba. Fue en su memoria que desde 1967, al conmemorar los 10 años de su muerte, la UNEAC instituyó este certamen anual, para aquellas personas que aún esperaban por ver publicado su primer libro.

Desde entonces, han sido muchas las obras y los escritores – de primer orden en nuestra literatura – que han sido distinguidas con este Premio, como una forma útil y perentoria de promover a los nuevos valores de las letras cubanas.

En esta ocasión, el jurado de poesía – que valoró 42 obras – decidió entregar mención a los poemarios Cuadrado, de Dana Enríquez Padrón; Ingenio Viejo, de Milaidy Martín Frómeta; y Una enorme boca que ríe, de Melissa Cordero Novo; además de una Mención Especial a Puño en boca, de Edurman Mariño Cuenca, por su “riqueza imaginal y la fuerza expresiva que sostiene su discurso a lo largo del texto”.

El Premio le fue otorgado a Mecanismos para des-habilitar la tristeza, de Alessandra Yunet Santiesteban Rodríguez, valorando el “audaz manejo de la dramaturgia del intertexto y de la mordacidad posmoderna enfrentada a su circunstancia, siempre con un aséptico uso de los instrumentales del lenguaje”.

El jurado de cuento, tras valorar las 19 obras presentadas, decidió entregar mención a los libros Historias del más acá, de Daniel Burguet Villegas; Encuentre las doce diferencias, de Yeney de Armas García; y 1113, de Yamila Peñalver Rodríguez; y otorgar el Premio a Etzamián, de Andrés Raciel González Vázquez, considerando que se trata de “un libro cautivante, muy bien cuidado, que no parece deberse a un principiante, sino a un narrador fuerte, experimentado y habilidoso.”

Los miembros del jurado hicieron notar que todos los galardonados en este género literario son egresados del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. “Me siento más feliz que ellos mismos”, dijo Eduardo Heras – Director del Centro Onelio, como se le conoce – al comentar sobre el particular. Además destacó que el Centro ya tiene más de 800 graduados “para que sirvan de salvaguarda de la literatura cubana del futuro”.

El jurado que valoró las dos obras presentadas en el género de ensayo artístico literario decidieron otorgar el Premio al texto La majestuosa catedral del cuerpo (Sobre dos novelas de Virgilio Piñera) de la autora Madisleidy Corredera Pérez, teniendo en cuenta “la validez de su objeto de análisis, el modo crítico en que lo aborda, así como la calidad de su redacción, acuerda por unanimidad conceder el premio al texto”.

Como colofón, Eduardo Heras leyó las bases del Premio UNEAC 2014, anunciando su convocatoria en esta ocasión para los géneros de poesía, dramaturgia y testimonio. La recogida de las obras en la sede de la Asociación de Escritores (en 17 y H, Vedado) estará abierta desde el lunes 4 de agosto hasta el lunes 13 de octubre de 2014 para escritores cubanos residentes en el país, sean o no miembros de la UNEAC. La premiación se dará a conocer el viernes 19 de diciembre a las 5 pm en la misma sala Rubén Martínez Villena.

martes, 29 de julio de 2014

Ignacio Ramonet: Miembro de Honor de la UNEAC



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8084

La melodiosa y magistral interpretación del coro de cámara “Entrevoces”, dirigido por la maestra y Vicepresidenta de la UNEAC Digna Guerra, fue el mejor preludio para entregar en la mañana del martes 29 de julio en la sala Rubén Martínez Villena el título de Miembro de Honor de la UNEAC al periodista y escritor Ignacio Ramonet.

Con la presencia de Abel Prieto, el Ministro de Cultura Julián González, el Presidente de Casa de las Américas Roberto Fernández Retamar, de la UPEC Antonio Moltó y de la Asociación Hermanos Saíz Rubiel García, entre muchas otras personalidades de la cultura, el Presidente de la UNEAC Miguel Barnet resaltó a Ramonet como un “ícono de la contemporaneidad”, cuya obra periodística “no se conjuga con otro género que no sea la gran literatura, esa que puede fundar una época o desatar una guerra”.

Al señalar momentos fundamentales de su vida, destacó al “amigo que sabe combatir con la pluma y enarbola la bandera de las más nobles causas”, particularizando en dos libros fundamentales de su autoría: 100 horas con Fidel y Hugo Chávez: mi primera vida, los cuales “trascienden el reportaje y la entrevista formal para convertirse en un diálogo sobre el pensamiento suyo y el de sus héroes políticos”.

Enfatizó asimismo la sencillez del homenajeado, quien “porta su modestia con un linaje que nos abruma”, además de la esencia martiana de sus actos, pues su obra constituye “un alegato contra la injusticia y la enajenación mediática”.

Por su parte, Ignacio Ramonet valoró como un “gran honor” recibir el título – entregado con un diploma que elaborara el pintor José Omar Torres –, sobre todo por el cariño que le profesa a Cuba, a su Revolución, a sus dirigentes y, en especial, a Fidel.

Indicó la relevancia que tuvo la Revolución cubana para su educación política y cultural, desde muy joven, que le dio una “armadura” en el sentido de “columna vertebral intelectual sobre la articulación del pensamiento, de las ideas; de la cultura y de la política”.

“Ser miembro honorario de esta familia es la consagración de toda una vida de reflexión y de trabajo... a partir de ahora trataré de ser digno de ustedes”, concluyó.

Ignacio Ramonet nació en Galicia, España, en 1943; es Doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París y Doctor Honoris Causa de varias Universidades en el mundo, incluyendo la Universidad de La Habana.

Especialista en geopolítica y estrategia internacional, es consultor de la ONU e imparte clases de Ciencia Política en la Sorbona de París. Su profusa obra periodística en Le Monde Diplomatique, que dirigió por casi 20 años, le ha valido de un gran prestigio internacional en temas políticos y ha escrito numerosos libros, muchos de ellos traducidos a varios idiomas.

lunes, 28 de julio de 2014

Para "reir-reflexionar" con Enrique Núñez Rodríguez



En el viaje que ofrece Enrique Núñez Rodríguez a sus lectores, “nos da la rara oportunidad de reír y reflexionar simultáneamente, o más bien, de reír-reflexionar como un solo proceso donde el humorismo alcanza una dimensión superior”.

Así se expresa Abel Prieto en el Prólogo del libro El vecino de los bajos (Ediciones UNIÓN, 2014), que fue presentado en la tarde del pasado jueves 24 de julio en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, repleta —a pesar de la lluvia— de viejos amigos y admiradores del desaparecido escritor, un clásico entre los costumbristas y humoristas cubanos.

Con la presencia del propio Abel y del presidente de la UNEAC, Miguel Barnet, la directora de la Ediciones UNIÓN Olga Marta Pérez indicó “el dedicado y delicado” esfuerzo realizado para recopilar en este ejemplar 99 crónicas —aún inéditas en libro— de las que publicara Enrique en la edición dominical del periódico Juventud Rebelde desde 1987 hasta su muerte en 2002.

Realizado en coordinación con el Instituto Cubano del Libro, a través de su plan especial, “es una demostración de afecto al autor y a la UNEAC, la que siempre fue la casa de Núñez”, expresó.
La presentación del ejemplar corrió a cargo de la doctora Graziella Pogolotti, quien trabajó más de cerca con Enrique tras ser elegido vicepresidente de la UNEAC en el IV Congreso, cuando “echar a andar y mantener viva la institución era un verdadero desafío”, señaló en referencia al momento más difícil del Período Especial. Sin embargo, destacó que en los debates y ante las diversas dificultades Enrique llevaba “la varita mágica del consenso”, con su especial sentido común de poner los pies en la tierra.

Y coincidió con Abel porque, al reflexionar sobre las claves de la popularidad que siempre le acompañó, en primer lugar resaltó “el humor mezclado de ternura” conque enfocaba los temas, para ir encendiendo “una luz de esperanza” en sus lectores. En medio de tantos problemas, “la lectura incitaba de algún modo, y a pesar de todo, a reconciliarnos con la realidad”, señaló.

Otras claves expresadas por la doctora Pogolotti fueron el profundo espíritu democrático de sus personajes, desde personalidades de la farándula hasta las anónimas figuras cotidianas, en las que el pueblo se reconocía y se identificaba; además del conjunto de memorias que reflejaba, que no la convertían en una lectura distanciada sino muy comprometida con su pueblo.

La nostalgia fue otro elemento esencial en el análisis, pero no a la república neocolonial —a la que tanto se refirió Enrique— “sino de otro origen y cualidad: la que nos remite a nuestra infancia”. “La nostalgia se construye a través de nuestra vida, de nuestra experiencia personal, de la subjetividad que vamos construyendo y da sentido a nuestra vida”, indicó.

Desde esa perspectiva, la popularidad de sus textos también pasan por esa “nostalgia que nos acompaña siempre”, con un poco de candor y de inocencia —aunque las vivencias sean diferentes— que convierte en cómplice al lector y parten de lo concreto “para transmutarse en una cubanía esencial”, reafirmó.

Pero lo fundamental, con lo que terminó sus palabras, es esa extraordinaria calidad humana que siempre se destacó en él, donde conjugaba valores de firmeza en los principios, intransigencia, lealtad y transparencia, “pero a la vez tolerancia, porque tenía la sabiduría de que tenemos defectos y virtudes: a ese lector iban dirigidas sus crónicas”.

Por su parte Tupac Pinilla nieto de —Enrique, editor y compilador del libro— agradeció y destacó a la multitud reunida esa tarde para volver a leer a su abuelo pues, como escribió en la introducción del libro, “dialogaba con un presente cotidiano y colectivo, en una suerte de patakín identitario vencedor del Tiempo por conjugarse en él”.

La presentación de El vecino de los bajos fue un excelente momento para recordarle: a ese hombre “de humor agudísimo y palabra chispeante y fluida, que transpiraba cubanía por cada uno de sus poros y era capaz de dotar de gravitación y sentido a la anécdota en apariencia más trivial”, como lo rememora Abel Prieto en el Prólogo. Más que nada, por “su manera inimitable de revelarnos, sin retórica alguna, las esencias de la nación”, de las cuales aún se sacan lecciones para el presente y para el futuro.

Enrique Núñez Rodríguez nació en Quemado de Güines, al centro de la Isla, en 1923. Tuvo una extensa y relevante obra como creador, sobre todo en rescate del más auténtico humor criollo. Escribió muchas obras para la televisión y para el teatro, que alimentaron el mejor teatro vernáculo cubano, entre ellas “La chuchera respetuosa” —protagonizada por Rita Montaner—, “Gracias Doctor”, “Dios te salve comisario”, “Si, señor juez” y “La sirvienta”.

Fue militante del Partido Socialista Popular y del Ortodoxo y colaboró con el Movimiento 26 de Julio durante la dictadura de Batista. Ganó la distinción de Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba, la Réplica del Machete de Máximo Gómez, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, el Premio Nacional del Humor y el Premio Nacional de la Radio, además de numerosas condecoraciones.

De su columna dominical en el periódico Juventud Rebelde también han sido publicados otros libros como Yo vendí mi bicicleta (1989), Oye como lo cogieron (1991), Gente que yo quise... (1995) y Mi vida al desnudo (2000). Tupac Pinilla ha dicho que aún quedan muchas más historias en los archivos del periódico por ser publicadas, lo que nos hace pensar que —para suerte de todos— podremos contar con otras sorpresas así en el futuro, para que nos siga haciendo reír-reflexionarese humorista de excelencia que fue Enrique Núñez Rodríguez.

martes, 22 de julio de 2014

El "sincretismo religioso" en Cuba a debate



Si entendemos el sincretismo como un sistema filosófico que logra conciliar doctrinas culturalmente ajenas pero teológicamente similares, ¿fue este el caso de la mezcla de culturas que ha conformado la nación cubana?

Ese fue el centro de atención y de debates de la más reciente tertulia de la Sección de Literatura Histórico-Social, de la Asociación de Escritores, que tuvo lugar en la tarde del pasado jueves 17 de julio en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC. Para ello, se contó con la presentación de dos estudiosos del tema: el antropólogo Nelson Aboy Domingo y el lingüista Sergio Valdés Bernal, quienes aportaron sus ideas desde sus respectivas disciplinas.

El profesor Aboy dictó una conferencia con el título El sincretismo subjetivo afroamericano: “Santería” vs Catolicismo, sus consecuencias, en la cual defendió el concepto de “transculturación” —creado por Don Fernando Ortiz para ser aplicado al novedoso fenómeno del proceso integrador en la fusión cultural cubana— como una visión más amplia para definir esa nueva identidad personal o colectiva que surgió, con personalidad propia y desigual a sus precedentes.

En su intervención, habló del establecimiento de la lengua española como idioma oficial “no solo en su razón social, sino con todo su peso y significado, con sus elementos de juicios y prejuicios, acordes a la moral, la ética, las costumbres y las tradiciones de su cultura”. Como consecuencia, resultó de una mirada ajena que ha limitado la comprensión cabal de los símbolos y códigos culturales de las religiones venidas de África y que ha sobrevivido hasta la actualidad.

Indicó que esto ha conducido a cinco fenómenos lamentables: en primer lugar la “desculturación”, pues con el uso de categorías, terminologías y significados católicos —en sustitución de los autóctonos del culto a los orishas—, se omiten, ignoran y sustituyen los conceptos reales empleando paradigmas hegemónicos de otra cultura religiosa. En segundo lugar, la “mediatización”, a través de la cual se pierden las esencias de la identidad cultural y se cambian por preceptos católicos que no proceden.

En tercer lugar señaló la “colonización del pensamiento” o “catolización”, que implica el conocer e informarnos sobre el culto a los orishas partiendo de los presupuestos culturales referentes del catolicismo —y nunca en sentido inverso—, que “finalmente ha ido permeando, borrando y colonizando la personalidad y los perfiles identitarios en el propio consenso social general”.

En cuarto lugar se refirió al “proselitismo subliminal oportunista”, que ha traído por consecuencia algunas devociones y profesiones de fe con su “conversión” hacia el catolicismo; y en quinto lugar la “confusión y pérdida de la memoria histórica”, al asumirse infinidad de comparaciones superficiales y subestimando definiciones que habían tenido personalidad propia e identidades en las culturas originalmente africanas.

Resaltó que su trabajo no pretende ser una crítica, ni intenta hacer juicios, a practicantes y pueblo en general, sino “un llamado serio a reflexionar sobre la personalidad propia de los cultos de antecedentes africanos y del uso adecuado del término sincretismo”, que se emplea de forma generalizada e imprecisa para calificar y clasificar a los cultos religiosos.

Por su parte, Sergio Valdés Bernal profundizó en la presencia africana en nuestra lengua como soporte idiomático de la cultura y de nuestra identidad nacional. Tras un profundo análisis del legado indígena —del cual no se habla, a pesar de contar con más de 400 palabras esenciales para nuestra comunicación actual—, destacó la herencia africana en el idioma que hablamos, tanto del norte de ese continente —que los propios españoles trajeron, tras haber sido colonizados por casi cinco siglos— como del sur, con el proceso esclavista posterior en Cuba.

Lamentablemente la falta de tiempo y los pocos ánimos de reflexión coartaron la posibilidad de un debate que prometía ser intenso y aleccionador. De todas formas, se logró insistir en que la cultura popular siempre va a traspasar cualquier molde que se le quiera imponer y se destacó la fortuna, en el caso de las religiones de origen africano, de contar en Cuba con un patrimonio escrito desde 1840.

La presidenta de la Sección de Literatura Histórico-Social de la Asociación de Escritores, Ivette García, indicó que —como resultado de las preocupaciones expresadas por sus miembros— estos encuentros continuarán ampliando su horizonte hacia otras esferas, más allá de la literatura histórica, y a partir de septiembre se retomarán las tertulias con temas diversos.

Además, informó sobre la plenaria de la Sección, que tendrá lugar a finales de septiembre; y un encuentro nacional de literatura histórico-social, que se ha planificado para la primera semana de diciembre, que también será el homenaje de la UNEAC al 56 aniversario del triunfo de la Revolución.

lunes, 14 de julio de 2014

Recibe Aurelio Alonso en la UNEAC el Premio LASA 2014




El destacado sociólogo y filósofo cubano Aurelio Alonso, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2013, recibió en la tarde del viernes 11 de julio en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC el Premio a la Excelencia Académica en los estudios sobre Cuba que otorgó este año 2014 la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés).

El Premio LASA es entregado cada año por la Sección de Relaciones Académicas con Cuba de esa organización —con base en los Estados Unidos y una larga trayectoria de cercanas relaciones entre intelectuales y estudiosos universitarios de ambos países— con el fin de reconocer la obra de toda la vida de importantes personalidades y académicos del mundo por su contribución a los estudios sobre Cuba.

La entrega del premio corrió a cargo de la co-presidenta saliente de la Sección Cuba de LASA, Nancy Morejón, junto a los profesores de la Universidad de La Habana Omar Everleny y Milagros Martínez, miembros de la directiva cubana en el pasado mandato. En su intervención, Nancy señaló la complejidad de “valorar la carrera y la trayectoria intelectual de alguien que ha estado en el centro de las ideas y de las más nobles conductas”.

“Con una perenne sonrisa en los labios y una asombrosa generosidad fundó, a lo largo de la sexta década del siglo XX, los más firmes pilares de un pensamiento filosófico de vanguardia, a caballo entre el fogueo de las tareas cotidianas, el compromiso político y el más esforzado rigor académico”, destacó la poeta.

El doctor en Ciencias Filosóficas de la Universidad de La Habana Félix Valdés —quien formulara oficialmente la propuesta del premio ante LASA—, resaltó varios momentos de la trayectoria profesional del destacado intelectual cubano. Indicó que para todos estaba claro que sobran razones para entregarle el premio: “además de los lauros y su trayectoria, por su constancia ética, su presencia sistemática y su militancia profundamente revolucionaria”.

Por su parte, el reconocido investigador Juan Valdés Paz —colega de Aurelio a través de los años de batallas intelectuales— resumió en una simpática y profunda intervención la esencia del homenaje. Lo caracterizó como “intelectual crítico y comprometido” y destacó su contribución al pensamiento heterodoxo y a la cultura crítica en la enseñanza del marxismo, sobre bases históricas.

“Aurelio Alonso es un filósofo en el más sentido socrático”, señaló Valdés Paz, porque con su trabajo no solo respondió muchas preguntas sino —a la vez— ha levantado muchas inquietudes que continúan siendo una valiosa contribución a la formación de las nuevas generaciones y a la historia del pensamiento cubano.

Aurelio recibió agradecido el premio y, con su humildad característica, expresó su sorpresa al considerar que su contribución a LASA —desde 1989— había pasado inadvertida. Caracterizó ese espacio como “la organización de latinoamericanistas más grande del mundo, con una amplia diversidad de opiniones caracterizada por la reflexión académica”.

“LASA es un espacio de reflexión inteligente, una verdadera batalla de ideas que no se puede perder”, indicó al recordar momentos en que académicos de Estados Unidos han demostrado una auténtica vocación intelectual en su relación con los colegas cubanos y donde nuestro país ha logrado abrir un espacio de respeto y admiración.

En ese sentido, llamó la atención a las generaciones más jóvenes sobre el escenario que favorece esta organización, de sumo interés para la estrategia académica en el futuro. En esta Latinoamérica que cambia, “quiero insistir que LASA es un espacio nuestro, para que podamos ir a defender la inteligencia de las transformaciones que están teniendo lugar en nuestra región y en Cuba”, reafirmó.

Al homenaje de tantos amigos y colegas se sumó el tradicional encuentro Poesía en movimiento, que organiza la Asociación de Escritores de la UNEAC y el Festival Internacional de Poesía de La Habana. Con un performance de cuatro obras de autores cubanos, ejecutados por integrantes del grupo de pantomima Mimoclán Teatro, sus actores y bailarines se acercaron a la poesía desde la maestría y la estilización del cuerpo bajo la dirección artística de Amelia Biart.

Esta acción se realizó además en memoria de Nicolás Guillén y Pablo Neruda y se inscribió en las Lecturas contra la Guerra que, para el mes de julio, ha convocado el Movimiento Poético Mundial.

martes, 8 de julio de 2014

La Maka en defensa del folklore cubano



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8021

En fuerte defensa al folclor como auténtica expresión de la cultura cubana desembocó la Maka con Furé del pasado viernes 4 de julio, en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC. El intercambio tuvo como base la celebración del 40 aniversario de la publicación de Diálogos imaginarios, “ensayo-performance” de Rogelio Martínez Furé aparecido en La Gaceta de Cuba en 1974.

La tradicional tertulia de este “cubano rellollo” —como él mismo se define—, convocada para los primeros viernes de cada mes, hizo una lectura comentada del texto que ha sido reproducido posteriormente por numerosas revistas en Cuba y en el extranjero y traducido a varios idiomas. El propio Furé indicó el impacto que tuvo aquel artículo, pues vio la luz en un momento que calificó de: “… negador de la cultura popular nuestra, cuando se consideraba que lo africano no aportaba nada porque iba contra el desarrollo científico y se catalogaba como «brujería y atraso»”.

Durante la lectura se resaltó la definición dada sobre el folclor como “forma viva de la cultura de un pueblo”, auténtica creación de las masas en las que se han forjado las luchas de la cultura en contra de las influencias extranjerizantes. Por ello, “makeras” y “makeros” presentes se pronunciaron por “conservar la identidad sin renunciar a lo contemporáneo”.

Se criticaron a “neocreyentes” o “neopracticantes” que riegan ese “jineterismo pseudocultural” y se extiende como un marabuzal por las calles de La Habana, como una epidemia que hay que detener y cortar de raíz. De esa forma se cambian los textos de los cantos y los bailes y surge un concepto pequeño-burgués y aristocratizante de “lo fino”, que destruye el fundamento de una de las tradiciones raigales, resistente a fenómenos tan fuertes de nuestra historia como la esclavitud y el colonialismo.

“Nos preocupa la visión pintoresca, exótica, hecha por algunas personas sobre la cultura popular y la utilizan como excrecencias parasitarias para buscar «fulas»”, indicó Furé, criticando productos pseudoculturales que se ven a diario —en la televisión, en las telenovelas, en la música y en muchas otras manifestaciones—, sobre todo presentándose a los turistas con una imagen externa de nuestras tradiciones.

Se hizo referencia a lo que se denominó como “expresión escénica de inspiración folklórica”, algo diferente que muchas veces se identifica como folclore y tergiversa la realidad a partir de sus demandas comerciales. “La mentira ha ido sustituyendo la verdad”, subrayó Furé, y destacó el trabajo “bien hecho” por algunos artistas, mencionando a Mendive, Choco, Caturla, Leo Brower, entre otros.

Se resaltó la tremenda vigencia que tiene hoy el ensayo de referencia, pues décadas después “todavía hay personas que desestiman y desprecian los aportes de la tradición y del folclor”; además del auge que ha tenido este fenómeno a nivel mundial, el cual suele verse también —con sus características— en hoteles de Marruecos y en pueblos flamencos creados con fines turísticos en Cataluña, entre muchos otros.

De ahí la importancia de preservar la historia de los pueblos, subrayó, ante la imposición globalizadora de la cultura como medio de consumo único y el uso del folclor por las élites culturales de forma despectiva y ajena.

Como es habitual, en la Maka también se recordaron las celebraciones para julio y agosto —como los cumpleaños de Nancy Morejón, Fidel Castro y del propio Furé—, pues se tomarán un receso para reiniciar en septiembre el segundo período de 2014 de estos encuentros.

También se recordó a algunas personas en la sección de obituario —con la máxima de que la muerte no es tristeza, sino que se le hacen cánticos— como a Inés María Martiatu, amante de la cultura y defensora del papel de la mujer descendiente de la diáspora africana en la cultura cubana; Alicia Santos, actriz y bailarina del conjunto folclórico nacional; Miriam Dueñas, connotada diseñadora de vestuario para el cine y la danza; y Pablo Pacheco, vicepresidente del ICAIC recientemente fallecido.

Además, se recordó el 4 de julio como día de la independencia de Estados Unidos, con cuya nación —a pesar de las inconveniencias políticas— se ha tenido un vínculo cultural histórico desde el siglo XVI. Al respecto, Furé rememoró el “batallón de pardos, negros y morenos libres de La Habana”, que participó en la guerra de independencia norteamericana, entre el norte de la Florida y el sur de Georgia; la estancia de Martí y de tantos otros cubanos en Tampa, durante nuestras guerras de independencia, entre otros ejemplos que han hecho hermanar a los pueblos.

En ese sentido, destacó la presencia en la Maka del doctor Ivor Miller, estadounidense de nacimiento que representa a la Universidad de Calabar en Nigeria y quien, junto a antropólogos cubanos, ha investigado sobre la presencia del Abakuá en Cuba —que nació de miembros de familias de inmigrantes Carabalíes y se mantiene a través de familias descendientes— y continúa en la labor de mantener un enlace de comunicación entre ambas comunidades.

El doctor Miller distribuyó algunos ejemplares de la revista internacional “Calabar Mgbé”, que da cuenta de estos contactos desde que en 2001 se encontraran y reconocieran por primera vez.

La sociedad Abakuá cubana, heredera de las sociedades “Efik Ekpé” y “Ejagham Ngbé” del sudeste de Nigeria y el suroeste de Camerún, fue fundada en La Habana en 1836 por los líderes capturados en las aldeas de Río Cruz. El nombre del primer grupo Abakuá en nuestro país se inspiró en el de un pueblo Efik de la región Río Cruz, cuyos líderes actuales han expresado su orgullo de saber que sus antepasados disfrutan del desarrollo de su culto en Cuba.

miércoles, 2 de julio de 2014

La Gaceta y el arte femenino en Cuba




Una aproximación al arte generado en Cuba por mujeres, para de esta forma insistir en la necesidad de visibilizarlas cada vez más, fue destacado como el principal aporte de La Gaceta de Cuba, número 3 (mayo-junio) de 2014 durante su lanzamiento, en la tarde del pasado lunes 30 de junio en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC.

Las palabras de presentación estuvieron a cargo del presidente de la UNEAC de Guantánamo, el crítico de arte Jorge Núñez, quien empezó por el final del número para destacar el artículo de Helen Hernández Hormilla con el título Arte de mujer, donde lamenta que: “hoy sigue masculinizándose aquel arte que apela a la crudeza, al dolor, al análisis sociopolítico”, mientras se asocia lo femenino a la delicadeza, la intimidad.

Llama la atención que esto suceda en pleno siglo XXI, en una sociedad donde el machismo supuestamente se considera de “mal gusto” y se sigue enmascarando con estrategias más estilizadas en el arte, “con igual pensamiento excluyente”, indica la autora.

Es por eso que el Dossier principal de la revista, bajo el título ¿Visibles desde el margen?, aborda la problemática del arte femenino en Cuba y recopila obras y referencias que demuestran no solo el prestigio alcanzado por la producción artística de la mujer cubana en diversas manifestaciones, sino su aporte a la variedad de temas y voces en ese mosaico de la realidad artística contemporánea en el país.

De esta forma, se hace un recorrido por el quehacer de cinco importantes mujeres: Sara Gómez en el cine, Mirta Yáñez en la narrativa, Alina Rodríguez en la actuación y Lesbia Vent Dumois y Tania Bruguera en las artes visuales y el magisterio, demostrando una diversidad de generaciones y estilos que hace resaltar la visión “desde los márgenes” en que se desenvuelven las mujeres en el mundo cultural.

Sobre Sara Gómez, Gisela González-Dieter destaca el discurso antimachista, antirracista y prorrevolucionario que nos presenta en su obra; sobre Alina Rodríguez, la entrevista de Luis Orlando Rodríguez permite adentrarnos en las interioridades de esta “tronco de actriz”, como la bautizara Consuelito Vidal; y sobre Tania Brugueras, Marialina García realiza un profuso estudio sobre el trabajo que realizara en el ISA con el proyecto Cátedra Arte de Conducta.

Asimismo, sobre Mirta Yáñez, el artículo de Alain Sicar destaca su novela Sangra por la herida –Premio de la Crítica 2010 y Premio de la Academia Cubana de la Lengua 2012– como “uno de los libros más sombríos, pero también entre los más honestos” de la sociedad cubana; y sobre Lesbia Vent Dumois, la entrevista de Lourdes Prieto nos acerca a esta mujer que dice preservarse gracias a “trabajar con gusto, con amor, con cariño y sin límites”.

El otro dossier de La Gaceta nos llama la atención sobre la obra del cineasta Juan Carlos Tabío, con trabajos de Frank Pérez Alvarez, Carlos Lechuga y Justo Planas. Este último resalta que “Se permuta abrió en los 80 una manera distinta de entender la comunicación cinematográfica, las funciones del cine y su propósito que, en última instancia, remite una concepción diferente del espectador y su dialéctica”. Y llega a la conclusión de que, por eso y por muchas otras razones, su obra y la de su generación “necesita todavía ocupar el lugar que merece dentro del cine cubano y la democracia que durante décadas intentamos construir”.

Por su parte, en la sección de Crítica, los artículos de Fran Padrón y Dean Luis Reyes analizan la repercusión del más reciente filme de Ernesto Darana, Conducta, lo que viene a complementar la entrevista inicial realizada a la protagonista del filme, la actriz Alina Rodríguez.

En ambas críticas, los autores destacan la resonancia de público que alcanzó el filme, al punto de colmar nuestras salas como hace mucho no se veían, lo que reafirma que “la sala llena sigue siendo un sitio donde articular un ágora virtual para que el cuerpo del país se agite, aplauda, llore y sueñe imaginando un rumbo acaso ideal”.

Como nos tiene acostumbrados, La Gaceta se enriquece con otros aportes literarios, como el cuento de Laidi Fernández de Juan titulado Todos queridos —cuya presencia insiste en la creación femenina—; el texto Acorralado de Claudio G. del Castillo, que alcanzó el XX Premio de Cuento de La Gaceta; y el trabajo del poeta y pintor José Pérez Olivares, que obtuvo el IV Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, de Sevilla.

Además, como forma de seguir leyendo otras visiones se incluye un artículo de Dainerys Machado Vento sobre el vocalista Carlos Embale, otro de Frank Delgado sobre el recientemente desaparecido cantautor cubano Santiago Feliú y un análisis de Abel Prieto, quien profundiza en los resortes creativos en la narrativa de Jorge Luis Hernández, uno de los grandes narradores cubanos de las últimas décadas.

El director de la revista Norberto Codina, al introducir la presentación de este número, agradeció especialmente la colaboración del recordado periodista y realizador Orlando Castellanos (1930-1998), a quien siempre se ha tenido presente en La Gaceta, por la posibilidad de publicar por primera vez —como primicia en esta ocasión— la entrevista que le realizara al poeta chileno Nicanor Parra.

“Perseverancia y voluntad en su sistematicidad, en cómo puede asegurar los temas y asuntos a discutir en la contradictoria y polémica dinámica de la cultura cubana contemporánea”, fue lo que destacó al concluir Jorge Núñez su presentación, para reafirmar que todo ello convierte a La Gaceta en “la mejor revista de su tipo en el país”.

martes, 1 de julio de 2014

La invisibilidad política de los hombres blancos heteros

«Ser blanco, heterosexual, hombre o de clase media te hace al mismo tiempo omnipresente e invisible. Tu estás dondequiera que mires, tu eres el estándar con el que todos los demás se miden. Eres como el agua, como el aire. La gente te dice que fueron a ver a una "doctora que era mujer" o que fueron a ver "al doctor". La gente te dice que tiene un "amigo gay" o que tiene un amigo. Una persona blanca estará contenta de hablarte de un "amigo negro", pero cuando esa misma persona te menciona un "amigo" todo el mundo asumirá que es blanco. Cualquier conferencia o curso que no tenga la palabra "género / mujer" o "LGBT / gay" o "minoría" en su título es sobre hombres, heterosexuales y blancos. Pero a eso le llamamos cursos de "literatura", "historia" o "ciencia política".
Esta invisibilidad es política»
Michael S. Kimmel, en la introducción del libro "Privilege: A Reader"

«To be white, or straight, or male, or middle class is to be simultaneously ubiquitious and invisible. You're everywhere you look, you're the standard against which everyone else is measured. You're like water, like air. People will tell you they went to see a "woman doctor" or they will say they went to see "the doctor." People will tell you they have a "gay colleague" or they'll tell you about a colleague. A white person will be happy to tell you about a "Black friend," but when that same person simply mentions a "friend," everyone will assume the person is white. Any college course that doesn't have the word "woman" or "gay" or "minority" in its title is a course about men, heterosexuals, and white people. But we call those courses "literature," "history" or "political science."
This invisibility is political.»
Michael S. Kimmel, in the introduction to the book, "Privilege: A Reader"