jueves, 25 de septiembre de 2014

El legado musical de Enrique Bonne


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8227

En un emotivo homenaje a la figura de Enrique Bonne –músico y compositor santiaguero que ha devenido leyenda de la cultura cubana, creador del ritmo pilón y de muchas de las más populares guarachas y boleros que se escuchan en Cuba– se transformó la presentación del documental Bonne: un legado musical, del realizador cubano Manuel Jorge.

Al mediodía del lunes 22 de setiembre acudieron a la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC importantes figuras de la música cubana, familiares, amigos y personas que le admiran para recibirlo a su paso por la capital y compartir con él algunos minutos. Le entregaron presentes el vicepresidente de la UNEAC Pedro de la Hoz, junto al presidente de la filial de la organización en Santiago de Cuba Rudolfo Vaillant, y Lucía Sardiñas por el Ministerio de Cultura..

El musicólogo Juan Piñera expresó el honor que sentía al presentar a un hombre cuya “humildad lo hace grande” y que “ha transformado en hecho artístico lo cotidiano”. El director del documental también tomó la palabra para agradecer a la familia Bonne que les hayan dejado entrar a su casa y a su intimidad, invitando a todos a disfrutar del resultado.

El audiovisual –producido por el Centro de Desarrollo del Documental “Octavio Cortázar” de la UNEAC –hace un sintético y acertado recorrido por los momentos principales de la vida y la obra del destacado artista, particularizando en algunas de sus observaciones sobre el desarrollo de la música popular cubana desde los años 50.

La coordinadora y responsable de la producción general del documental, Esther García, comentó posteriormente que el trabajo fue realizado en Santiago de Cuba en el momento que el protagonista celebraba sus 88 años, con un homenaje en la Sala Dolores. “El testimonio de Enrique, de su esposa Juana, de sus hijos, sus amigos, el sonar de sus tambores en los estudios Siboney, las calles de Santiago, sus pobladores y, en especial, su música, llenan de emotividad y esplendor este homenaje que hemos querido hacer a nuestro admirado y querido amigo”, indicó.
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Durante los 28 minutos de documental el propio Enrique habla sobre el inicio de sus inquietudes musicales a los 8 años, su primer trabajo profesional en 1951, su entrañable amistad con Pacho Alonso –de quien con modestia dice que “fue muy considerado” con su música o que “echó a caminar” su ritmo pilón–, además de escucharse varias de sus melodías, interpretadas por grandes orquestas como la de Pacho Alonso y los Bocucos, Estrellas Cubanas, el Órgano Oriental y la Aragón. Así se intercalan junto a las entrevistas los reconocibles acordes de Que me digan feo, El que no haya pecado que tenga cuidado, Dame la mano y caminemos, Yo no me lo robé vigilante, Si me falta el carnaval...

Pero el documental se detiene precisamente en el carnaval –a cuya Comisión le dedicó casi tres décadas como director de espectáculos artísticos–, en el grupo que creó desde 1961 con sus inigualables tambores y en la conga santiaguera para resaltar el orgullo que siente por su trabajo, que todos reconocen como un legado singular a la música popular cubana.
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“La amalgama de sonidos que se expresan con tanta fuerza en la conga –que viene de las tumbas francesas y de los toques religiosos de los negros africanos–, eso es lo que hace la rítmica de Santiago tan peculiar”, dice con visible emoción. “Se hace sobre la base de como suenan los pies cuando se arrastran...”, y lo demuestra, para insistir en que ninguna otra conga del país suena igual, ni en La Habana. “¡Es la forma de sonar Santiago!”, concluye convencido.

Y se contagia la sala con el ritmo de sus tambores y de la conga santiaguera que lo acompaña dondequiera que va, ahora de regreso a la ciudad que lo acoge como un hijo esencial.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Vuelven las tardes de "Confluencias"



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8219

Una breve presentación audiovisual de Visualeer –que recordó los versos del conocido poema «Felices los normales», de Roberto Fernández Retamar, y «Strangers in the night», del joven poeta villaclareño Sergio García Zamora– marcó el reinicio, en la tarde del viernes 19 de septiembre en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC y con frecuencia trimestral, de un espacio de poesía añorado por muchos: Confluencias.

Surgido hace años como una iniciativa de la Asociación Hermanos Saíz, se había convertido en un viejo sueño a ser retomado y uno de los planteamientos expresados durante el reciente VIII Congreso de la UNEAC, como espacio donde confluyen poetas de dos generaciones que continúan aportando en nuestro país desde sus particulares estilos y experiencias.

La presencia de ambos poetas en el encuentro fue calificado como un comienzo “de lujo” por Alberto Marrero, Presidente de la Sección de Poesía de la Asociación de Escritores de la UNEAC, principal patrocinadora junto al Instituto Cubano del Libro y la AHS. La presentación estuvo a cargo del escritor Jorge Ángel Hernández, quien logró mantener como anfitrión un fluido y desenfadado diálogo con los invitados.

Retamar: “Cualquier situación puede ser motivo de acercamiento a la poesía”

Había la pequeña burguesía,
La burguesía compradora,
Los latifundistas,
El proletariado,
El campesinado,
Otras clases,
Y tú,
Toda temblor, toda ilusión”.
(Madrigal, Roberto Fernández Retamar)

Jorge Ángel presentó el trabajo de Roberto Fernández Retamar (La Habana, 1930) como “imprescindible en la literatura cubana”, que ha trascendido desde sus inicios para convertirse en “una obra que reporta a la sociedad sin dejar de partir de la creación misma, en su evolución tanto en la poesía como en la ensayística”.

Presidente de Casa de las Américas y miembro de la Academia Cubana de la Lengua, además de la Real Academia Española, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1989 y numerosos reconocimientos, como la Medalla Oficial de las Artes y las Letras de Francia, la Orden Félix Varela de Primer Grado y la Orden José Martí. Fundador de la UNEAC y del Centro de Estudios Martianos, es Doctor en Filosofía y Letras y en Ciencias Filológicas, ha publicado e impartido clases en numerosas Universidades de Cuba y el mundo, muchas de las cuales le han entregado el Doctorado Honoris Causa.

El presentador destacó en sus poemas lo que el propio Retamar definiera como la “circunstancia de la poesía” –que sirviera de título a uno de sus poemarios en los años 70–, porque pueden descubrirse inspiradas en situaciones “quizás no tan poéticas, demasiado personales, incluso locales o efímeras... pero al paso del tiempo y releerlas ya no importa tanto la circunstancia”.

Al respecto, el poeta respondió que el título de su poemario se trataba de un juego intertextual, en relación con la “poesía de circunstancia” como centro de la creación poética. Sin embargo, reafirmó su convencimiento de que “no hay circunstancia, objeto, realidad, por pequeña o efímera que sea o parezca, que no es digna de ser tocada en un poema que quizás, si los Dioses son propicios, sobrevive a esa coyuntura”.

Preguntado sobre la posibilidad de extinción de la llamada “poesía social”, sobre la cual Retamar ha profundizado en sus estudios y ha reflejado en sus poemas, consideró que no hay ningún tipo de poesía que esté necesariamente en extinción: “hay circunstancias y épocas más propicias para determinado tipo de poesía... y no me parece que esta sea una época para ella.”

La abarrotada sala Villena tuvo el privilegio de escucharle leer varios de sus poemas, como Los que se casan con trajes alquilados, Súplica del ciego, Biografía – dedicado a Julio Cortázar –, Como a ellos y Si quiere un tonto saber. Pero antes de su lectura agradeció compartir la tarde con Sergio García Zamora, de quien leyó su obra en el más reciente número de la revista Amnios y le valió para apreciarlo como “un auténtico poeta, quien además es joven”.

Sergio García Zamora: “El poeta se debe al ser”

En alguna playa de Miami o Tenerife
hablas hasta convencerlos y convencerte
sobre lo inútil de tu regreso, es decir,
contra la pamplina del hombre
que alega buscar su raíz.
No te harán caer en la nostalgia fácil:
patio de escuela donde jugabas al trompo,
palmas vistas desde un tren a toda marcha.
No sientes lo que llaman patria.
Ya no sientes
(El otro, Sergio García Zamora)

La primera pregunta de Jorge Ángel a Sergio García Zamora (Esperanza, Villa Clara, 1986) estuvo dirigida a destacar que, aunque su trabajo hace “guiños” con lo que está en el ambiente literario de su generación, se desmarca de esa tendencia. El poeta respondió que no cree ser ni muy distinto ni muy igual, “simplemente me preocupa ser; escribir, escribir y escribir... como una forma de vida”. Y dijo que le place mucho hacerlo, enfrentarse a la página en blanco y “al final de la noche, encontrarme con la epifanía”.

En la actualidad, Sergio es uno de los jóvenes poetas cubanos más laureados en el país, recibiendo los premios Poesía de Primavera, Mangle Rojo, Calendario, Fundación de la Ciudad de Santa Clara, Emilio Ballagas, La Gaceta de Cuba, entre otros. Es graduado de Filología en la Universidad Central de las Villas “Marta Abreu”, ha publicado numerosos libros en Cuba y ha colaborado con revistas de Honduras, Puerto Rico, Guatemala y México.

Sobre la fuerza filosófica interna que puede apreciarse en sus poesías y la profunda cultura que le caracterizan, confesó haber sido en la Universidad un admirador de la historia de la Filosofía, a tal punto que cuando salía del aula sentía que la vida le había cambiado. “Los filósofos son una fuente inagotable de poesía”, reafirmó.

Pero, más allá de eso, indicó que sus ansias de conocimiento han sido inagotables y “desde los Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca hasta los textos de San Juan de la Cruz, que no pretendían ser poesía y lo eran”, le fascinó saber de todo: de física, de las nuevas corrientes de pensamiento del mundo científico, de la teoría de la complejidad. “Un perpetuo asombro es el que quiero vivir”, expresó convencido de que la poesía y la filosofía “son formas de entender y codificar el mundo, igualmente válidas y bellas”.

Leyó varios de sus poemas –como «Plenitud del ciruelo», «Retrato de la madre con pavorreales», «Bosque de tilos en la noche», «Pensando en los peces de colores»,«Conocimiento de causa», «Los reclutas» y «El otro»– y se vendieron libros de ambos autores.

Al final, como en los primeros minutos del encuentro, también se escuchó la música del guitarrista Rodney Howard Vázquez para concluir una enriquecedora tarde de Confluencias que volverá a abrir sus puertas el próximo diciembre con otra atractiva propuesta.

Vladimir Malakhov en la UNEAC: "Venimos a entregar"


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8218

La sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC acogió al mediodía del viernes 19 de septiembre el homenaje que le ofrecieron los artistas cubanos al prestigioso bailarín ucraniano Vladimir Malakhov, durante su breve paso por La Habana.

Tras un intenso y fructífero programa en Holguín, donde entregaron el primer Grand Prix Vladimir Malakhov para bailarines y el Gran Premio Codanza de coreografía, el recital en honor a este prestigioso bailarín del ballet clásico incluyó piezas de Chaikovsky y Brahms –en su idioma original–, interpretadas en el piano por Carla Martínez y en la viola por Anolan González, quienes acompañaron al joven barítono Alejandro Zúñiga y la consagrada soprano Bárbara Llanes.

Al agradecer el homenaje y los regalos, Malakhov dijo que no quería recibir “más que el cariño de Cuba y de los cubanos: venimos a entregar”. Por eso fue que propuso el año pasado organizar este certamen con la Fundación que lleva su nombre, el cual se convirtió en un verdadero festival de danza con la participación de 10 compañías, 75 artistas inscritos y lleno total de teatro todas las noches entre el 10 y el 18 de septiembre.

“Hacía mucho tiempo que no veíamos tanta calidad de artistas”, aseguró, “todo fue como un sueño”. A tal punto que tuvieron que entregar un premio más –fueron dos los Grand Prix otorgados a bailarines– y aseguró que no fue suficiente, se sintieron tan presionados en la selección final que tal vez para el próximo año se tendrán que ver en la disyuntiva de premiar a más artistas, tanto bailarines como coreógrafos.

Explicó que la motivación inicial estuvo marcada por la amistad histórica que ha existido entre los pueblos de ambos países y por la cantidad de amigos cubanos que ha logrado tener durante toda su carrera artística. En 2010 fue invitado al Festival Internacional de Ballet y se sintió tan acogido por el público y la crítica que desde entonces buscó la manera de volver.

“Quería hacer algo mejor por Cuba”, indicó, y como la Fundación Malakhov desarrolla proyectos de ayuda a jóvenes bailarines en el mundo, particularmente hacia aquellos que más lo necesiten, quiso crear un concurso del que los artistas de la isla – y también de Latinoamérica, pues en esta ocasión hubo participación de México, Venezuela, Ecuador y Uruguay – se pudieran sentir orgullosos para tener la oportunidad de demostrar sus habilidades y ser evaluados por profesores experimentados.
Agradeció a Codanza y al Consejo Provincial de las Artes Escénicas de Holguín, como al Nacional, por la organización y el éxito logrado en este primer encuentro y anunció la convocatoria para el 2015, cuando agregarán un premio para compañías y otro para la decisión del público.

“Fuimos todos premiados”, aseguró al referirse a los ganadores y “no ganadores”, para expresar su esperanza que en la próxima cita sea mayor la participación de artistas y compañías del occidente del país, sobre todo de La Habana.

Vladimir Malakhov (Kryvyi Rih, Ucrania, 1968) fue bailarín principal del American Ballet Theatre de Nueva York y desde 2004 hasta hace unos meses fue el Director Artístico y Primer Solista del Ballet Estatal de Berlín. Se formó desde 1978 en la Academia Bolshoi de Moscú y, al graduarse en 1986, se incorporó al Ballet Clásico de Moscú como el más joven Bailarín Principal de la compañía. También fue bailarín principal del Ballet Estatal de la Ópera de Viena y del Ballet Nacional de Canadá.

Durante el encuentro explicó que en los próximos días se presentará en Puerto Rico, Kiev y China para más adelante asumir su nuevo nombramiento como Director Artístico del Ballet de Tokyo, en Japón. El proyecto que ha comenzado en Holguín pretende unirlo en un futuro cercano con una red de Grand Prix en la región latinoamericana, tal vez con México, Puerto Rico, Argentina y Chile.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Página y pantalla: la traslación


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8215

Desde el pasado sábado 13 de setiembre se inició en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC el taller Página y Pantalla: La Traslación, organizado a propuesta del Presidente de la Sección de Narrativa de la Asociación de Escritores, el narrador, profesor y guionista de audiovisuales Alberto Guerra Naranjo. Con una frecuencia semanal, en las mañanas de los doce sábados siguientes, el encuentro servirá para descubrir las vías de convertir una obra literaria —sea cuento o novela— en un guion para cine o televisión.

Sobre tan emprendedora tarea, que a todas luces pudiera tener un impacto muy positivo en la producción de nuestros medios audiovisuales, su creador nos comenta que “se trata de un Taller, porque los estudiantes van a estar activos ante el nuevo conocimiento, ante las tareas que ellos mismos se van a proponer y ante el objetivo que perseguimos, que es crear nuevos guionistas y guiones basados en obras literarias del país, de Latinoamérica y del mundo... en ese orden, dándole prioridad al país, a los escritores desconocidos, a los anteriores olvidados, a los no olvidados y a los actuales, sin distinción, pero que siempre medie la calidad”.

Al hablar del nombre conque se presenta el taller, explica que “existen conceptos y categorías como versión libre, texto original, adaptación; pero con el fin de no superen casillar la actividad es mejor «traslación» o «interpretación» del texto literario en la pantalla —en la pequeña o en la grande—. O sea, que haya un poco de traición pero no tanta, como se acostumbra en este tipo de arte, donde el guionista a veces olvida totalmente al creador o a veces lo traslada tan exacto que no cumple el objetivo y lloramos cuando hay que reír mientras estamos viendo la puesta. Queremos que haya una relación dialéctica, como diría Carlos Marx, en constante movimiento”.

Cuando se le pregunta cómo surgió la idea, reacciona de inmediato: “¡porque me encanta el cine! y porque estos son tiempos de «videntes», de homo videns más que de homo sapiens. Todo se hace a través de los ojos, de lo que se ve en pantalla... incluso ya hasta cuando se lee es en pantalla, por lo tanto la literatura debe ir al lugar donde puede estar más viva.”

“Existe una mayoría de la población que necesita de la literatura, pero desde pequeño la está recibiendo a través de la pantalla”, amplía al respecto. “Está recibiendo cualquier literatura, de cualquier país —sobre todo de Estados Unidos— y, a no ser por Juan Padrón que logró trasladar los mambises al cine con Elpidio Valdés, nos olvidamos en sentido general de nuestra historia contada en dramatizados de manera sistémica”.

“Por eso es bueno que en estos tiempos de globalización recuperemos las tradiciones de nuestro país, y que no triunfe la banalidad y la frivolidad por encima de nuestra pertenencia. Los pueblos que pierden las raíces terminan pareciendo globos deambulantes. Si alguien desea recorrer el mundo, es preferible que lo haga llevando la tradición a cuestas, un sólido bagaje que evidencie y distingas al ser. Y si en nuestro caso, como profesores de audiovisuales que somos, podemos aportar desde el entretenimiento, la emoción y el placer de producir buenas puestas —y de paso provocar catarsis y reflexión en los espectadores, como sujetos activos en esta traslación— entonces se va ganando mucho”.

Estas ideas hacen recordar los recientes debates y diversos planteamientos que surgieron en las asambleas de la membresía de la UNEAC, con motivo del VIII Congreso de la organización. Alberto coincide en que “este es el momento justo”, pues desde su condición de “humilde Presidente de la Sección de Narrativa, con un mínimo de poder —digamos que un centímetro cuadrado dentro de todo el escalón jerárquico de la UNEAC— tengo la ventaja de estar en contacto con el resto de los narradores”.

“Yo soy un hombre de la promoción”, resalta, “un emprendedor en cuanto a trasladar y negociar conocimientos, soy de los pocos narradores que tienen cuatro cuentos literarios trasladados a versiones de TV”. En eso ha ayudado mucho su formación como profesor, Licenciado en Historia y Ciencias Sociales: “eso me encanta, he estado frente a aulas desde que tengo veinte años o menos, he tenido la fortuna de pasar por talleres literarios y no me avergüenzo de decir que salí de ellos”.

Con orgullo reconoce que tiene la suerte de que su narrativa incida en un cada vez mayor número de lectores y “como desde mi soledad en el reparto Flores logro hacer estas cosas, es un deber también propiciar que se sume el resto de las personas que tengan interés en crear guiones, para transmitirle mis experiencias y aprender de ellos”.

En el taller Alberto no está solo, comparte cátedra con el también guionista y escritor Mario Martínez Delgado, quien trasladó a la televisión su cuento Disparos en el aula, que confiesa haber realizado por encargo de los estudiantes de un preuniversitario y que “ha tenido la fortuna de navegar muy bien” pues aparece en una antología entre un cuento de Borges y otro de Juan Rulfo y fue el primer cuento de mambises que se transmitió en ese espacio.

Señaló que durante un reciente encuentro que tuvo con Mario, y tras hablar mucho sobre estos problemas, surgió la idea de elaborar este taller para “aportar un grano de arena y sellar esa zona oscura, para que otra vez vuelvan a la pantalla los mambises, como mismo se hace en todas partes con su historia: provocar un diálogo provechoso y fructífero con nuestros antepasados”.

Durante la primera clase del taller se creó una dinámica muy amena entre los profesores y las más de treinta personas que acudieron a la convocatoria, que se mantiene abierta para los próximos encuentros. Alberto asegura que ese primer acercamiento fue una adaptación, porque salió diferente a lo que habían pensado a partir de las limitaciones impuestas a las posibilidades técnicas para el curso.

“En esa primera clase había que improvisar, que conocer a los alumnos, que mostrarle los objetivos generales... pero no se sabía a ciencia cierta lo que iba a pasar. Siempre tengo algunas cartas bajo la manga y una de ellas fue provocarlos con el esquema actancial de Jules Greimas, para darles un presupuesto en el cual apoyarse a la hora de valorar algún texto literario o un audiovisual”.
A partir de ese comienzo se debatió ampliamente la segunda secuencia de El Padrino, que consideró “inolvidable, corta y contundente”. “Ese fue nuestro modelo, para seguir en lo adelante deconstruyendo cómo se hace un guion audiovisual y cómo está integrado un texto literario; o sea, qué hay que hacer, cuáles son los pasos y qué hay que ver”, reveló.

Sobre quienes asisten al taller indicó que se ha reunido un grupo muy diverso y envidiable, pues “hay de todo”: personas muy jóvenes, médicos, karatecas, ingenieros agrónomos y navales, con diferentes aspiraciones y variantes.

Pero no puede aguantar el entusiasmo cuando se le pregunta de las expectativas: “Yo espero que al menos salgan tres buenos guionistas, el resto la está pasando bien y aprende, se supera y cambia. Yo les decía a ellos que —hablando de narrativa, de guiones, etc.— principio y fin son la misma cosa, porque se debe partir y cerrar en el mismo punto, pero siempre debe haber un crecimiento”.
“Yo espero que quienes se inicien con Página y Pantalla: La Traslación al final sean los mismos, pero diferentes”, concluyó.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Explorar todas las dimensiones de la poesía



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8202

“No hay mejor antídoto contra la chatarra y la banalidad que la buena literatura y la buena poesía”. Con esa máxima el poeta y narrador Alberto Marrero, presidente de la Sección de Poesía de la Asociación de Escritores de la UNEAC, nos comenta del trabajo de revitalización que realiza esta Sección con el fin de explorar todas las dimensiones de la poesía, “aprovechar mejor los espacios que tenemos y romper con el mito de que no se lee”.

“A una persona que entra en contacto con la poesía –en cualquiera de las formas que acceda a ella– le hierve el alma, le surgen ideas y se aleja del pensamiento chatarra que tanto abunda y circula”, recalcó mientras explicaba con entusiasmo el interés que tienen de superar las limitaciones de promoción y utilizar todos los medios y oportunidades posibles, vincularse con la poesía joven y rescatar viejos espacios que tanto beneficio ofrecieron en otros momentos.

Un buen ejemplo se constató en la más reciente entrega del Viernes de Poesía –espacio que organizan los terceros viernes de cada mes en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC– que el 18 de julio tuvo como invitado al joven poeta, performer y compositor Sinecio Verdecia.

Precisamente el día de su cumpleaños, Sinecio cautivó al público con amigos músicos e invitados, al realizar una lectura-concierto acompañado –como siempre– de instrumentos “afrodiaspóricos” e indígenas como el berimbau, la kalimba, el digerido, el palo de lluvia, el cajón flamenco, el caxixi o erikundi, el hang, entre otros.

Al presentar este encuentro, Marrero destacó en la poética de Sinecio “la riqueza de una mirada escudriñadora que intenta captar esencias... desprovista de artificios, con un lenguaje parco, que no busca regodearse sino penetrar la realidad con un pinchazo agudo y certero”. También resaltó la búsqueda de la reflexión sobre la historia y la memoria viva, la existencia marginada, los cultos afrocubanos y, por supuesto, “el sentido rítmico de la declamación acompañada por instrumentos que refuerzan el mensaje y le devuelven la naturalidad con que nació la poesía”.

Sinecio Verdecia Díaz (La Habana, 1974) –graduado en educación artística por el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en la especialidad de educación musical y actualmente promotor cultural del Festival Internacional de Poesía de La Habana– presentó lo que denominó “Concierto Poético: Entrando en Trance”, junto a un grupo de amigos músicos y performers.

Por casi dos horas se pudo apreciar una dimensión particular de la poesía con una agrupación que, con la intención de crear una red de poetas y activistas sociales en función de una mirada antropológica, pretenden lograr un rescate de las expresiones del habla popular a través de la poesía oral, reivindicar figuras olvidadas del panorama cultural y rescatar el trabajo con instrumentos musicales de culturas primigenias.

Para el próximo encuentro se retoma, con carácter trimestral, el viejo y añorado espacio Confluencias para escuchar y compartir con poetas de dos generaciones. Este viernes 19 de septiembre a las 4 de la tarde en la misma Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC están invitados el joven villaclareño Sergio García Zamora junto a un consagrado de las letras cubanas: Roberto Fernández Retamar.

Marrero indicó que, para el futuro, se pretende vincular –siempre que sea posible– todos los encuentros con la presentación de libros de los autores, sean de la Editorial Unión o de otras a nivel nacional o provincial. Además, se quiere coordinar con el Instituto Cubano del Libro la posibilidad de reeditar los poemarios cubanos de mayor demanda, para que la poesía tenga una mayor visibilidad en nuestras librerías; y retomar las visitas de poetas a centros laborales y estudiantiles, con los cuales se crea un vínculo y una retroalimentación muy saludable para la cultura nacional y para el desarrollo del género.

Para el próximo año, está previsto realizar un Ciclo de Pensamiento y Poesía, con el fin de brindar una visión del pensamiento poético actualizado; y el Primer Encuentro Nacional de Poesía –planificado del 19 al 21 de marzo de 2015–, en el que se espera invitar a 100 poetas de todo el país, coincidiendo con el día mundial de la poesía.“Hace falta techo y comida, pero también es muy necesaria la literatura para frenar la avalancha de banalidad que vivimos”, expresó Marrero. El propósito es ir descubriendo todas las potencialidades y las dimensiones de este sublime género literario, que permita cobijarnos “a la sombra protectora de la poesía –contra los rayos que queman– y mejorar la calidad de vida espiritual de las personas”, reafirmó.

VISUALEER: ¿Literatura audiovisual?


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La promoción de la literatura cubana actual y el reto que representan las nuevas tecnologías son dos de las principales preocupaciones que han expresado escritores y promotores culturales de estos tiempos, en el Congreso y en cuanta reunión –informal o con las autoridades correspondientes– con la esperanza de encontrarle nuevas soluciones.

Precisamente fueron esos los dos temas más tratados en la tarde del viernes 12 de setiembre en la sala Rubén Martínez Villena durante la presentación y debate de un proyecto sui generis con nombre provocativo: VISUALEER.

Se presenta como “otra forma de leer: una invitación a la lectura y al conocimiento desde un entorno audiovisual”, con el objetivo de representar brevemente una idea o concepto relacionado con la literatura y dirigido, sobre todo, hacia un público no acostumbrado a leer pero familiarizado con los formatos audiovisuales: o sea, sacarle a los textos un valor visual y sonoro, algo muy valioso en estos tiempos de las nuevas tecnologías.

Cuentan que la idea surgió a principios de 2012 cuando un vendedor de libros necesitaba levantar su desolado negocio, ubicado justo al lado de un socorrido puesto de venta de discos compactos. Entonces al escritor J.R. Fragela se le ocurrió unir su experiencia literaria con sus habilidades para el audiovisual y le propuso exponer su resultado en un televisor visible al público.

No se sabe si el negocio prosperó, pero su talento creador sobrepasó este origen puramente comercial para convertirse en una peculiar experiencia, que crece y ya tiene en su catálogo cuentos cortos, poemas, entrevistas, documentales y artículos de escritores diversos, como Virgilio Piñera, Pedro Juan Gutiérrez, Alberto Marrero, Jorge Luis Borges, Ahmel Echevarría, Dazra Novak, Leonardo Padura, Marilyn Bobes... entre muchísimos otros.

La clave de su éxito está en su brevedad –generalmente de algo más de un minuto cada uno–, la claridad y selección de sus mensajes y la versatilidad de su formato, pues lo mismo puede ser presentado a toda pantalla en una multitudinaria feria cultural que en la privacidad de un teléfono celular, como parte de las programaciones de las salas de cine o en la parrilla de la televisión nacional –quienes, a propósito, se están perdiendo esta instructiva experiencia. Además, ya se promueve a nivel internacional a través del sitio cultural en internet Isliada.com.

Al hacer la presentación de VISUALEER el presidente de la Sección de Narrativa de la Asociación de Escritores, Alberto Guerra, la calificó como uno de los “proyectos y sueños que nos hacen grandes, a pesar de las dificultades”. Destacó la originalidad de una propuesta que convierte en multitudinario el texto de algún autor, solo conocido en ese reducido mundo de los amantes de la literatura, para acabar con lo que denominó “la balcanización literaria” y sobrepasar las fronteras de las letras, haciendo más visibles a los autores y sus obras.

También resaltó la virtud de su joven creador, a quien no le basta su reconocido talento como escritor –a su corta edad ya ha ganado importantes premios, como el Farraluque (2006), el Luis Rogelio Nogueras (2011) y el Carpentier de novela (2014), que pudiera ser el más codiciado por los escritores nacionales –para preocuparse por los demás y reseñar a sus colegas–, de diversos orígenes y de cualquier edad. “Nadie nos va a leer si no nos mostramos; llevar nuestras obras al audiovisual, a la informática, es fundamental en estos tiempos”, resaltó.

Por su parte, Fragela expresó con su habitual modestia que el mérito no le pertenece a él sino a los propios autores, pues lo que hace es seleccionar y reproducir sus textos: “se trata del mismo texto de ellos en otro formato... es, en fin, un logro de la buena literatura que se hace en el país, expandida a otros formatos”, indicó.

Reconoció que su objetivo era hacer algo que beneficiara a todos, pues lo que más le interesa es la promoción de los autores. Para ello, toma la esencia de lo que se trata y lo plasma en video, de la forma más visual y comunicativa posible, para que quien lo vea no quede indiferente.

Ante las preocupaciones referidas al inicio, recalcó que es la mejor demostración de que la técnica digital no representa la desaparición de la literatura ni mucho menos, “es otra variante, que bien utilizada puede resultar de gran beneficio para la promoción literaria”.

VISUALEER no es una competencia ni una deformación al texto literario, “es un estilo de difusión que quisiera que inspirara a otros, para que haya nuevos y más novedosos formatos que llamen la atención del público hacia la lectura”, recalcó.

Ojalá y se logre, para beneficio de la literatura cubana actual, en el país y hacia el mundo.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Recordando a la gran amiga Nadine Gordimer


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La narradora y ensayista sudafricana Nadine Gordimer —primera escritora africana que recibió el Premio Nobel de Literatura, en 1991— fue recordada en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC en la tarde de este martes 2 de septiembre. A la conmemoración asistieron el Encargado de Negocios de la Embajada de Sudáfrica en Cuba Sello Patrick Rankhumise, el Presidente de la UNEAC Miguel Barnet, el compañero Ricardo Alarcón de Quesada, el exembajador de Cuba en Sudáfrica Ángel Dalmau, los vicepresidentes de la UNEAC Pedro de la Hoz y Digna Guerra, el presidente de la Asociación de Escritores Alex Pausides y muchas otras personalidades de la cultura, amigos de la escritora y admiradores de su obra.
 
Al inicio del homenaje, Barnet indicó que se trataba de una deuda que le tenían los escritores y artistas cubanos a la recientemente fallecida escritora sudafricana: “la gran amiga”, como la calificó, que fue un símbolo solidario para los cubanos pues siempre condenó el bloqueo y se solidarizó con la causa de Los Cinco héroes, incluyendo una denuncia ante esta injusticia que lograra publicar en el New York Times en 2007.
 
Destacó su notable activismo social contra el apartheid y como creadora de una importante obra literaria, con un sello distintivo de narradora con vocación social, muy valorada más allá de las fronteras de su patria. Por demás, admirada por Nelson Mandela, quien en mas de una oportunidad reconoció que había encontrado en su obra y en su actitud ante el apartheid una fuente de inspiración.
Recordó también que su obra fue conocida con amplitud en Cuba por primera vez en 1988 a través de una de sus más importantes novelas: “El Conservador”, laureada en el Reino Unido en 1974 y traducida en nuestro país por Maria Teresa Ortega (Teté), también presente en el homenaje.
 
“Fue justa, fue humana, fue grande”, reafirmó Barnet, y por eso mereció el respeto y el cariño del pueblo cubano.
 
Por su parte, el Encargado de Negocios sudafricano destacó la contribución de Nadine a la literatura y el uso de su capacidad intelectual para reflexionar sobre la realidad socioeconómica y política de su país durante el apartheid. “Sus escritos contribuyeron al discurso intelectual de su patria ante el desafío de la nueva Sudáfrica democrática”, indicó.
 
Agradeció que la UNEAC realizara este homenaje a poco más de un mes de su desaparición física, en un año importante porque marca el veinte aniversario de la nueva Sudáfrica y del establecimiento de relaciones entre ambos países. “Celebramos y reconocemos la invaluable contribución de Nadine a la lucha por la igualdad en Sudáfrica y en el resto del mundo... su legado vivirá por siempre”, reafirmó.
 
Teté Ortega también habló en la conmemoración por Nadine —a quien calificó “quizás como la más prestigiosa escritora anglosajona contemporánea”— para indicar que nunca pudo permitirse el lujo de encerrarse en una torre de marfil, desde pequeña reflejó el mundo que la rodeaba y nunca dejó de publicar libros incapaces de pasar inadvertidos, algunos de ellos censurados y prohibidos en Sudáfrica.
 
Recordó sus palabras cuando en 1997 dijo ante la UNESCO que el primer factor del que depende la condición del artista es el carácter de su compromiso con la sociedad, que corresponde a su elección individual, en honesta confesión de su importancia como escritora en la lucha por los derechos de todo su pueblo, especialmente de los más discriminados.  

Como cierre del homenaje los presentes tuvieron la oportunidad de volver a ver la excelente entrevista realizada por la poeta cubana Nancy Morejón a la escritora sudafricana en 2013, como parte del programa televisivo Videoteca Contracorriente del ICAIC.
 
Durante algo más de cuarenta minutos, Nadine habló de su niñez, su formación como artista y “el poder de la palabra”, la herencia humanitaria que tomó de sus padres, su sufrimiento por la situación que le rodeaba en los duros años del apartheid, su admiración por Nelson Mandela, entre muchas otras interesantes confesiones de tan destacada creadora.
 
Al final de la entrevista, y en respuesta al agradecimiento que Nancy le expresó por el apoyo que le había dado a la causa de Los Cinco héroes antiterroristas cubanos, Nadine conmovió a todos con sus palabras: “Somos seres humanos y hay causas —esa es una palabra muy fría—, hay tremendos problemas humanos por los que tenemos que expresarnos, si estamos vivos, para defender la justicia y hacer todo lo que podamos”.